El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: Sub 20; Arturo Reyes; Eddie Salcedo; Iván Poveda

Arturo Reyes, entrenador de la selección Sub 20 que clasificó al Mundial de la categoría a celebrarse en Polonia, centró la atención de los medios por las razones equivocadas. Más allá de las tradicionales críticas desaforadas del periodismo deportivo porque Colombia jugó un fútbol rácano y sin gol en el Suramericano, llamó la atención la negativa de Reyes de convocar a futbolistas de origen colombiano por no “sentir” la camiseta.

Debido precisamente al discreto papel de la selección, el mundo futbolero busca debajo de las piedras jugadores que puedan darle ese toque de calidad en ataque. El “Cucho” Hernández, delantero del Huesca, equipo de la primera división española, es la opción obvia. Pero las alternativas van más allá.

Según narra El Espectador, Reyes descartó a Iván Poveda, jugador formado en el Manchester City porque “un jugador que se ha puesto otras camisetas no puede sentir la camiseta de esta selección”. Más de lo mismo con Eddie Salcedo, perteneciente a las inferiores del Inter de Milan. Dice la misma nota que Reyes lo contactó, le pidió los datos del pasaporte, no los mandó y luego se enteró que estaba con la selección italiana. “¿Qué se puede decir frente a eso?” se preguntó Reyes. El último partido de la Sub 20 italiana fue el 20 de noviembre de 2018. No se registra partido programado hasta el 20 de marzo de 2019. Quizás sí lo llamaron a entrenar. ¿Qué muchacho diría que no sin tener confirmado el llamado de Colombia? Los padres de ambos futbolistas afirman que sus hijos desean jugar con Colombia.

Reyes no entiende el mundo del siglo XXI. Tampoco el del siglo XX. Vittorio Pozo, campeón del Mundo con Italia en 1934 y 1938, hace 85 años sí lo entendía. Cuestionado sobre los oriundi, jugadores extranjeros, generalmente argentinos que habían jugado previamente con la albiceleste fue claro: “si pueden morir por Italia, pueden jugar por Italia”. Si están nacionalizados, son elegibles. Orsi ganó la Copa América de 1927 y fue subcampeón olímpico en 1928 con Argentina. Monti fue además subcampeón mundial en 1930. Y estuvo en el equipo ideal del Mundial en 1930 y 1934. Aún más, Orsi marcó en la final el empate transitorio. Ambos “sintieron” la camiseta argentina primero, la italiana después.

Hay, por supuesto, ejemplos más recientes. Kevin-Prince Boateng, hoy en el Barcelona, formó parte de la sub 15 a la Sub 21 de Alemania. Sin embargo, atendiendo sus raíces, y con algo de polémica, es internacional por Ghana.

La inestabilidad de Venezuela, la llegada masiva de inmigrantes que salen corriendo de la dictadura, ha levantado en Colombia múltiples muestras de solidaridad, pero también un nauseabundo tufillo de nacionalismo mal entendido. El mundo es uno. Los hijos de nuestros emigrantes tienen raíces colombianas y no sólo deberíamos aceptar sus deseos de jugar con la selección. Deberíamos luchar por ellos. Que los mejores representen a su madre patria.

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