El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: FC Barcelona; Joan Laporta; Johan Cruyff; Hansi Flick

* Catedrático Emérito de Economía Aplicada. Universitat Pompeu Fabra, Barcelona. Presidente de la Sociedad Española de Economía del Deporte.

Hoy es la festividad de Sant Jordi que, en Catalunya, se celebra en día laborable y en el que se intercambian libros y rosas. Hace exactamente 20 años me encontraba firmando libros de una crónica sobre el FC Barcelona que tuve el enorme honor, y por qué no decirlo, gusto de redactar junto a mi hermano Enrique. Este libro se publicó en catalán, castellano, ingles, holandés y sueco. Desde entonces los ciclos futbolísticos han deparado muchas alegrías y algunos sinsabores pero, la esencia del club sigue siendo la misma y, en cuanto a lo deportivo, el despertar hacia horizontes prometedores está vivo para satisfacción de la masa social y de todos los seguidores.

Referirse a un club centenario en unas pocas líneas es una tarea imposible. En su lugar, me referiré a su época más reciente y, especialmente, la generada a partir de la asunción de Joan Laporta como presidente del club en 2003. El FC Barcelona, el Barça, se fundó en 1899 y, por lo tanto, esta temporada (2024-25) ha celebrado sus primeros 125 años de vida. Se le reconoce como “más que un club” por el hecho que, entre otras cosas, tiene 5 secciones profesionales en categoría masculina, otras 8 en el ámbito amateur y 6 secciones en categoría femenina. Desde la desdichada final de la Copa de Europa en 1960, terminada con victoria del Benfica, el equipo de fútbol transitó por un desierto de títulos ligueros, solo compensados en parte por los títulos de la Copa y los de Liga en 1974 y 1985. Astros como Cruyff, Maradona, Schuster, Laudrup o Figo, vistieron la camiseta blaugrana sin que por ello los resultados alcanzaran las expectativas de directiva y aficionados. La situación cambia radicalmente con la época de Cruyff entrenador que consigue, entre otros muchos logros la Copa de Europa en 1992. Sin embargo, el club regresa a un período de sequía de triunfos, problemas económicos y fractura social a finales del siglo pasado y principios del presente.

La convocatoria de elecciones casi a mediados de 2003, con la participación de 6 candidatos, pone de manifiesto el deseo de cambio en la gobernanza del club. Estas elecciones las gana (contra todo pronóstico) un grupo de personas jóvenes, aglutinadas por Joan Laporta, cuya característica diferencial es que, mayoritariamente, son profesionales de reconocido prestigio en sus áreas de trabajo. La candidatura articulaba su discurso en base a un business plan (excelentemente defendido por Ferran Soriano) en el que se proyectaba la evolución futura de los ingresos, el control de gastos y la necesaria vuelta de tuerca a la situación pretérita que exigía que el círculo de talento, resultados deportivos y económicos girara en la dirección adecuada (el denominado “círculo virtuoso”1 . La llegada de Pep Guardiola como entrenador permitió materializar los esfuerzos de la directiva (Laporta fue presidente del Barça desde 2003 hasta 2010) en unos años dorados desde el punto de vista deportivo.

Esta dinámica se trunca unos años más tarde y la institución pasa, de nuevo, por unos momentos tremendamente agobiantes desde el punto de vista económico y, por ende, deportivo. Laporta regresa a la escena y gana de nuevo las elecciones en enero de 2021 (ahora con un período de 6 años de mandato) con el reto de devolver el club al lugar que por su historia y afición se merece.

A la pregunta de cuáles son los factores del éxito deportivo. El primero de todos ellos tiene que ver con la estrategia. La directiva del club, desde 2003, ha planificado la vida de la institución alrededor -como sucede en cualquier organización que quiera hacer las cosas de forma rigurosa- en base a un diagnóstico de la situación y de su entorno al que, necesariamente, acompaña un plan de acción completo. Esta planificación no solo atañe a la parcela deportiva, sino que también involucra a las instalaciones (que, en estos momentos, pasan por la ilusionante y compleja remodelación del “Camp Nou” y de todos sus aledaños (el “espai Barça”), organigrama, generación de recursos, estructura de gastos y financiación de las operaciones.

Para ello, es indiscutible el protagonismo de los profesionales que ocupan la responsabilidad de las distintas áreas funcionales y de todos los empleados. La profesionalización en la gestión ha sido uno de los factores de éxito. De las distintas áreas de actuación me gustaría señalar la importancia que tiene, para el modelo de negocio del club, el trabajo del departamento de patrocinio.

En esta área de planificación también se inscribe la apuesta por la formación de jugadores. La Masía (como se denomina al proyecto deportivo de formación de jóvenes, que desde hace unos pocos años acoge a niños y niñas de distintas modalidades deportivas del club) es un lugar en el que se conjuga la parcela deportiva con la educativa, especialmente en valores, y también la escolar. Este mismo modelo estuvo vigente durante una época en un predio cerca de la ciudad de Buenos Aires de donde surgieron importantes nombres de jugadores locales que hoy militan en equipos de primera línea en el futbol internacional. No voy a enumerar la larga lista de jugadores del primer equipo salidos de este mismo modelo que, estoy convencido, están en la mente de cualquier buen aficionado al fútbol de calidad y que, por otro lado, generan una satisfacción especial entre los socios y abonados del FCB (conozco a más de uno que sueña con una gran final de algún campeonato importante con un equipo formado enteramente por jugadores formados en las divisiones inferiores del club).

No voy a entrar, puesto que no me corresponde, a valorar en profundidad los aspectos técnicos y deportivos de la trayectoria del primer equipo de fútbol. Como espectador, sin embargo, si que aventuro a señalar cuáles han sido los cambios acontecidos, con respecto a temporadas anteriores, que han propiciado el buen rendimiento deportivo. Hansi Flick, el actual entrenador, ha sabido inculcar un estilo de juego atractivo y vistoso; ha sacado gran provecho de jugadores que estaban sumidos en una etapa mediocre y, con la posibilidad de un traspaso inminente (es el caso de Íñigo Martínez, Lewandowski y, sobre todo, Raphinha); ha manejado la inteligencia emocional de todos los integrantes de la plantilla y, finalmente, ha construido un proyecto deportivo en el que el equipo es un grupo unido y comprometido y no una suma de individualidades. Por el bien del espectáculo deportivo, es cuestión de que este proyecto se materialice en resultados concretos que, en menos de un año, se puedan volver a festejar en el nuevo Camp Nou.


  1. Murillo, E. y Murillo, C. (2005). El Nuevo Barça. Ed. Península.
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