El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: Manchester City; Millonarios; Champions League; Copa Sudamericana; Haaland; Oscar Cortés; Juan Pablo Vargas

Ganó, por fin, el Manchester City, la UEFA Champions League. Es la culminación de un proceso que lo llevará a ser, próximamente, Campeón del Mundo. No es el único club que trabaja con procesos largos. Otros, con menos kilates, y otros objetivos, también lo buscan. Un ejemplo es el de Millonarios, en Colombia. En poco, muy poco se parecen los dos clubes. Uno es el epicentro del fútbol europeo, el otro deja el mote de “embajador” para los libros de historia. Apenas son comparables en el proceso como ruta para buscar el éxito.

Todos los clubes tienen metas. Unos equipos buscan ganar el campeonato, otros estar arriba, y unos más tienen como meta no descender. El proceso podemos definirlo como la estrategia de largo plazo para lograr los objetivos del club. Así, el Real Madrid tiene como objetivo ganar la Champions, cada año. No ganarla, incluso habiendo llegado a semifinales, dispara los rumores en la prensa madridista sobre la necesidad de cambiar entrenador.

Pep Guardiola llegó al Manchester City en 2016. Un equipo que ya era multimillonario desde que los árabes lo compraron en 2008. Pero el éxito los eludía. Tuvieron que esperar hasta el 2012 para lograr el título de la Premier League. Ser campeón de Champions era por entonces, una quimera.

La llegada de Guardiola, múltiple campeón, ilusionó a los Citizens. Hoy pocos recuerdan que en su primera temporada terminaron terceros en la liga y eliminados de Europa en octavos de final. El City, sin embargo, había entendido que la ruta al éxito toma tiempo, que dicho camino se construye con trabajo, dinero y tiempo, y ya entonces sus dirigentes habían entendido que pocas veces la gloria se alcanza saltándose los pasos. A Pep no lo echaron, por supuesto, y la liga llegó en 2018.

Era el turno de demostrar la grandeza en Europa. En 2021 perdió la final, en 2022 cayó eliminado de manera inverosímil ante el Madrid en semifinales, y por fin, en 2023, el Manchester City reina en Europa. Quince años después de que llegara el capital árabe. Siete años después de la llegada de Guardiola. Sí, la chequera es ilimitada, pero también lo es la de buena parte de sus rivales. Son los mejores en el barrio de los ricos.

Por estos lados, por donde los dólares no abundan, un entrenador con menos pergaminos dirige un proceso deportivo que, como el del City, también busca la gloria. Su propia gloria. Gamero llegó en 2020 y en estos tres años apenas logró una Copa Colombia con Millonarios. La paciencia en el “entorno”, parafraseando al Barcelona, por momentos escasea.

Pero es que el proceso de Millonarios no es como el del City. La diferencia no es sólo plata, que lo es, por supuesto. La diferencia está en la institucionalidad en la que opera uno y otro. Si el City contrata a Haaland, lo mejorcito que hay en el barrio, sabe que va a tenerlo a su disposición siempre. Nadie le va a decir que en la fecha decisiva de la Premier League tiene que ir a jugar un amistoso con la selección de Noruega.

En Colombia, y esto no es algo que le suceda a únicamente a Millonarios, a los mejores jugadores se los quitan porque el torneo está mal estructurado. Para que traer estrellas (regionales) como Juan Pablo Vargas si en las finales se lo lleva la selección de Costa Rica. Para que promover jóvenes cracks (caso Oscar Cortés), si en las finales se los llevan a jugar unos intrascendentes partidos amistosos con la selección.

La gran diferencia entre el proceso Citizen y el Embajador, más allá del dinero, es que el uno puede planear en un mundo organizado, el otro trabaja en el desorden institucional que nos caracteriza. Así ambos planeasen con la misma precisión la fortaleza que quieren en cada puesto del equipo, sólo los europeos saben que podrán contar con todos los jugadores disponibles. En Colombia, además de las lesiones y otros imponderables propios del fútbol, el partido más importante de liga o Copa internacional puede coincidir con unos amistosos de selección. ¿Cuál es el incentivo para que los clubes colombianos traigan jugadores de selección? Y no es por falta de planificación de FIFA. ¡En su página Web están puestas las fechas hasta el 2030!

Paragraseando a Pep Guardiola, lo realmente importante es competir. Por ello se entiende estar luchando por los títulos. Estos, a la larga, se deciden por pequeñas gotas de suerte. Los procesos sirven, toman tiempo, pero su éxito también depende de que no lo torpedeen quienes deberían apoyarlo. ¡Ayudémonos!

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