Acolfutpro, el sindicato de futbolistas . emitió un comunicado solidarizándose con el paro, realizando peticiones genéricas, y solicitando no realizar partidos mientras sigan las manifestaciones. Esa convergencia de posición entre deportistas y sindicatos de trabajadores es un buen momento para recordar cómo fue el proceso de sindicalización futbolístico en Inglaterra, cuna del movimiento.

La revolución industrial dio origen entre otros movimientos, a la agremiación de trabajadores, destacando el sindicato de sindicatos que nació en Manchester en 1868. El Trades Union Congress (TUC) sería un imán significativo para los futbolistas profesionales que a finales del S. XIX comenzaban a reaccionar por sus precarias condiciones profesionales. Más aún cuando en 1893 los clubes establecieron el sistema mediante el cual un jugador era de su propiedad hasta que unilateralmente ellos lo decidieran. A esto se sumó en 1901 el salario máximo de cuatro libras semanales, el equivalente al ingreso medio de un obrero calificado.

Así que, tras algunos intentos fallidos, en 1907 en Manchester, como no, se fundó la Association of Football Players’ and Trainers’ Union (AFPTU), sindicato que aún hoy representa los intereses de futbolistas en Gales e Inglaterra. Entre sus objetivos iniciales estaba la integración con el sindicato obrero general, TUC, además de exigir el fin de la retención perpetua de jugadores por parte de los clubes, indemnizar a los jugadores lesionados, recibir un porcentaje de los traspasos y retirar el salario tope de cuatro libras semanales.

La patronal, nada menos que la Football Association y la Football League, no reaccionan hasta 1909 cuando se enteran que avanzaba el proceso de integración entre la AFPTU y la poderosa organización sindical de la General Federation of Trade Unions. Amenazan y expulsan efectivamente a todos los futbolistas afiliados a la AFPTU a la vez que arman equipos improvisados para suplir la falta de mano de obra. La presión es tal que la gran mayoría de futbolistas reniegan de la AFPTU con la notable excepción de los jugadores del Manchester United que en bloque se niegan a renunciar al sindicato.

Sin redes sociales para visibilizar el movimiento, los jugadores acuden a la prensa y se sacan una foto con un letrero en el que se denominan Outcast FC, algo así como los marginados o proscritos. Allí denuncian la falta de pago y las precarias condiciones laborales del futbolista. La estrategia tiene éxito pues la prensa replica la noticia y con el apoyo de algunas estrellas de otros equipos, logran revocar la suspensión a la que estaban sometidos por parte de la FA. La contrapartida exigida y votada por los miembros del AFPTU votó consistió en frenar su adhesión al sindicato general. Lograron, eso sí, garantizar el derecho a primas, pero las demás reivindicaciones tendrían que esperar. El salario tope estuvo vigente hasta 1963.

El mensaje de Acolfutpro es ambiguo, pues no queda claro hasta dónde están dispuestos a ceder parte de la riqueza de sus afiliados para promover la vida digna que promulgan. Habrá que esperar.