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Si algún consenso salió del Mundial de Rusia 2018 es que la posesión no es garantía de triunfo. Tengo mis dudas, y sigo pensando el tema, así que con datos de River Plate y Boca Juniors, aprovechando la gran final de la Copa Libertadores 2018, vale la pena analizar la premisa. De paso evaluamos en qué momento marca goles cada equipo.
La Figura 1 muestra la relación entre posesión y goles anotados. El eje vertical muestra el porcentaje de posesión que han tenido River, Boca y el resto de equipo participantes en la Copa Libertadores 2018 cada 15 minutos. El eje horizontal indica el promedio de goles anotados en esos intervalos de 15 minutos.
Lo primero a anotar es que no hay relación estadísticamente significativa que sugiera que mayor posesión se correlaciona con mayores goles a favor. Si bien es algo que merece ser estudiado en más profundidad, la hipótesis del Mundial de Rusia parece sustentarse durante la Copa Libertadores de 2018. Los puntos de Boca y River sugieren que son equipos que no controlan abrumadoramente los partidos (ni los intervalos de juego). Su posesión ronda el 50% en los diferentes intervalos de 15 minutos. De hecho cuando Boca y River marcan más goles, la posesión durante esos 15 minutos fue de prácticamente 50%.
La Figura 2 muestra la posesión de balón durante el partido de ida. Recordemos que el equipo xeneize marcó sus anotaciones en el minuto 34 y al final del primero tiempo. River empató en el minuto 35 y posteriormente en el ’61. Es decir, Boca anotó sus goles cuando más dominaba River y éste logró su segundo empate cuando más dominaba Boca. Aunque existe la tentación de sugerir que no tener el balón es mejor, la Figura 1 lo que nos indica que la posesión no es relevante en el sentido estadístico. Nuevamente, creo que este tema merece seguir siendo estudiado.
Puesto que la posesión no parece ser determinante, la Figura 3 muestra a modo de curiosidad el intervalo de tiempo en que River y Boca han marcado sus goles. Aquí si pareciera haber un patrón. Boca anota sus goles conforme avanza cada tiempo. Así, en el primer tiempo marca después del minuto 15, muy fuerte en el último cuarto de hora. Como en el partido de ida. En general Boca Juniors es muy fuerte en el último cuarto de hora de cada tiempo. River, en cambio, es flojo en el primer tiempo. Pero la última media hora muerde y es cuando más goles anota.
La ida de la final fue una grata sorpresa futbolística. Todo el mundo espera que el partido de vuelta sea tan agradable, disputado y bien jugado como fue el primero. Eso sí, unos y otros deben tener presente que uno de los dos va a perder. Que la derrota se acepte con vergüenza deportiva. Que la victoria se celebre con grandeza.