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El pasado 9 de octubre el Presidente de la FIFA; Gianni Infantino, lanzó la primera Estrategia Global para el Fútbol Femenino de la FIFA. Esto es un hito en la historia del fútbol, pues por primera vez la máxima institución del deporte rey reconoce que el fútbol femenino tiene prioridades, retos y condiciones muy diferentes frente al deporte masculino. Si bien es cierto que el Mundial de Fútbol Femenino se realiza desde 1991 y que cada vez se abren más espacios, en las canchas y en la industria para las niñas y mujeres, la brecha de género en el fútbol jamás se podrá cerrar si la FIFA no tiene un trato equivalente con las mujeres; esta estrategia, es el primer paso.

El crecimiento del fútbol femenino en el mundo es innegable, la aparición de la Liga Profesional en Colombia, el aumento a más de 40.000 licencias para el fútbol profesional femenino entre el 2017 y el 2018 en España, la primera arbitra mujer dirigiendo un partido de hombres, las jugadoras de la Selección de Estados Unidos y Dinamarca exigiendo un salario proporcional a la selección masculina, las mujeres Iraníes entrando a un estadio durante el mundial luego de que estuviera prohibido por años y 50.000 personas asistiendo al estadio en la final del Mundial Femenino en Canadá con más de 9.000 millones de reacciones en Twitter.

Frente a esta coyuntura, la estrategia que lanzó la FIFA establece acertadamente 3 metas que tienen como objetivo atacar los principales retos del fútbol femenino a nivel mundial, y de paso, empoderar a las mujeres alrededor del mundo mientras se lucha por la igualdad de género desde el deporte:

1. Aumento de la participación
   
2. Mejorar el valor comercial
   
3. Fortalecer los cimientos
   

La primera meta no sólo pretende que más mujeres jueguen fútbol, las estrategias propuestas para lograrlo consideran que las mujeres participen más en todas las ramas de la industria del fútbol, desde que son niñas, y que el deporte sea más incluyente. Algunos de los objetivos contemplan:

• 60 millones de jugadoras federadas para el 2026 en el mundo, lo que implica el doble de las que hoy.
  
• Garantizar que los 211 países miembros de la FIFA tengan una estrategia para el fútbol femenino acorde al desarrollo nacional.
  
• Doblar el número de Federaciones que participan en torneos femeninos internacionales.
  
• Desarrollar e implementar el fútbol como un programa abierto para niñas en todos los colegios del mundo.
  Si bien las propuestas de la FIFA son ambiciosas están estableciendo un cambio en la historia, están obligando a todos los países miembros a que se comprometan con el fútbol femenino, que evalúen cual es el nivel de desarrollo a nivel local y que diseñen la mejor estrategia para que las mujeres que juegan fútbol tengan oportunidades cada vez más semejantes a las de los hombres en el acceso y profesionalización.
  

La segunda meta es sin duda la más importante en términos económicos, pues son pocas las jugadoras profesionales que pueden dedicarse únicamente al fútbol pues los salarios no son medianamente cercanos a los de los hombres. El argumento detrás de este fenómeno es que el fútbol femenino no genera un valor comercial tan alto como el masculino, lo cual es cierto, pero tampoco tiene la misma visibilizacion, impacto mediático o apoyo de patrocinadores.

Dentro de las propuestas de la FIFA se encuentra:
- Aumentar los torneos femeninos y trabajar de la mano con las Confederaciones para que el deporte sea más competitivo y llame más la atención, atrayendo más hinchas e inversionistas.
- Examinar y monitorear las Ligas Profesionales de fútbol femenino de manera que haya constante evolución en el marco legal para proteger los derechos de las mujeres.
- Definir una estrategia clara y puntual de comunicación y mercadeo de manera que haya mayor cobertura en las competencias oficiales y en todo lo relacionado con el desarrollo; y así potenciar el valor comercial y el impacto social.
- Desarrollar e implementar una estrategia Comercial Global para 2026 que incorpore modelo de embajadoras del fútbol femenino alrededor del mundo y explote las plataformas digitales.

El cumplimiento de esta meta garantizaría el crecimiento del fútbol femenino en el mundo y el valor comercial, lo que aseguraría los ingresos de las jugadoras y de toda la estructura detrás del fútbol femenino. Cada vez la diferencia salarial sería menor, el apoyo por parte de los hinchas sería más parecido y las mujeres que hacen historia en las canchas tendrían mayor visibilizacion, lo que les abriría las puertas a otras actividades comerciales y laborales en un futuro.

Finalmente, la intensión de fortalecer los cimientos es la que podría definir un mayor impacto social y una verdadera revolución frente a como se perciben las mujeres en el fútbol. Con este último objetivo la FIFA incluye, entre otros, las siguientes metas:

• Todas las asociaciones miembros de la FIFA deben contar con al menos una mujer en el comité ejecutivo para 2026.
  
• Para el 2026, al menos ¹⁄₃ de los miembros en la FIFA deben ser mujeres.
  
• Todas las asociaciones deben tener a una persona dedicada únicamente a representar el fútbol femenino y sus necesidades.
  
• Fortalecer y expandir programas de liderazgo femenino por medio del fútbol.
  
• Utilizar el impacto social positivo del fútbol para empoderar a las mujeres y niñas del mundo.
  
• Utilizar el fútbol como herramienta educativa e inspiracional para que las mujeres tengan un estilo de vida más saludable para que tengan una larga carrera en el fútbol.
  

Este último objetivo es una apuesta que va mucho más allá de popularizar el fútbol entre las mujeres, es una forma mediante la cual, las niñas, niños, hombres y mujeres del mundo pueden empezar a cambiar paradigmas y estereotipos sobre los géneros que han fomentado la desigualdad. Al haber más mujeres en los cargos directivos del fútbol, al ser un deporte que cada vez incluya más niñas y al tener un mayor impacto mediático se podrán reducir los comentarios como: “las mujeres no saben de fútbol”, “el fútbol es un deporte sólo para hombres” y “las mujeres no deberían jugar deportes con hombres”.

Esta primera estrategia global de fútbol femenino de la FIFA es un verdadero hito en la historia del fútbol, después de que en 1902 la Federación Inglesa prohibiera el apoyo a las mujeres que jugaban fútbol, que en 1920 se prohibiera su práctica, que durante décadas las mujeres hubiesen sido relegadas a un segundo plano, y tras un resurgimiento en 1970 luego de enfrentar diversos obstáculos (sociales, culturales y económicos) para convertirse en deportistas profesionales; y que en el 2004 Sepp Blatter como máxima autoridad en el deporte dijera: “las mujeres deberían jugar en ropa más femenina, por ejemplo, jugar con shorts más apretados”; hoy la FIFA deja esto en el pasado y se redime lanzando una estrategia que si bien no mostrará resultados hasta dentro de los próximos años, es una muestra de compromiso y una apuesta verdadera por la equidad de género.