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No hay por nombres, fuerza ofensiva como la de Francia en Rusia 2018. La belga, su rival en semifinales, no se le queda atrás, pero tal es el poderío francés que tienen a la joven promesa del Barcelona, Dembélé, en el banco. Pero no miremos hoy ese poder ofensivo. Miremos a ese señor de baja estatura que se para gigante en el centro del campo francés: N’golo Kanté. Con 1,68 metros recuerda a otro francés, Alain Giresse quien con 1,63 acompañaba y con otro rol, fue pieza clave en ese gran mediocampo galo de los ochenta. Quizás el destino le tenga reservado a Kanté la gloria de un gol importante en la semifinal, como a Giresse.

Las cifras hablan de 52 recuperaciones de Kanté en los primeros 5 partidos. No hay otro jugador que haya recuperado más balones a lo largo del mundial de Rusia. Las cifras se pueden desagregar algo más para entender mejor la importancia de Kanté. El pequeño gigante del mediocampo galo ha interceptado 12 balones y 40 recuperaciones.

Una recuperación es aquella acción en la cual Kanté enfrenta a un rival y le quita el balón. Puede terminar en posesión del balón o no. El punto es que cortó directamente el avance del rival. Una interceptación es la acción mediante la cual Kanté se interpone en un pase del equipo rival.

Kanté con 40 recuperaciones es el jugador que más veces recuperó el balón en el mundial. Marcelo y Thiago Silva le siguen con 35 y el cuarto es Pogba, compañero de Kanté en el medio francés con 34. Quizás estos números digan mucho del avance galo a semifinales.

El fuerte de Kanté es la recuperación, enfrentar al rival. En interceptaciones, las 12 que ha realizado en el Mundial lo sitúan en el puesto 11. Esta es una clasificación que lidera Casemiro con 17, el brasileño ausente en el decisivo partido ante Francia de Cuartos de Final. Sobresalen Wilmar Barrios, el colombiano eliminado en octavos de final logró 13 interceptaciones mientras que Pedro Aquino, de un Perú eliminado en primera fase alcanzó 13. Son cifras que con el tiempo vale la pena entender en función del juego del rival.

La Figura 1 muestra, en el panel de la derecha, que Kanté se mueve por todo lo ancho del campo. Su presencia, algo sesgada hacia al lado derecho, es total. Note que se junta interceptaciones con otro indicador, quites. Es lo que en inglés denominan tackle. Es decir, una barrida al rival para quitarle el balón.

La Figura 2 muestra que Kanté, además, sabe con el balón. Se ilustran los balones que recibe en el cuadrante desde sus defensas y el destino que le da al balón. Se observa que la mayoría de balones los toca dentro del cuadrante, con un único mal pase en lo corrido de la Copa del Mundo. Cuando abre a las bandas su seguridad es plena. Además, se observa que es un jugador con visión suficiente para arriesgar pases desde campo propio a campo rival. Estos son pases además casi siempre abiertos con intención de iniciar el ataque francés.

Kanté no será el balón de oro. Ese premio, si lo gana algún francés, está reservado para Mbappé o Griezmann. Pero es de esos jugadores que todo equipo quiere tener. La seguridad que da tanto en el quite de balón como en el manejo que da al mismo es imprescindible para crear un equipo campeón.

Está por ver si son capaces de derrotar al gran equipo belga. En cualquier caso, parte del éxito de estar en semifinales ha sido la labor del Kanté.