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Hace unas semanas comparamos la duración de un partido en la Liga Águila con la Copa Libertadores y la Liga española. Por la misma época, El Tiempo presentaba un informe sobre Colombia. Aparentemente hubo preocupación en los rectores del balompié nacional y se decidió que se estaba jugando muy poquito. La Comisión Arbitral tomó nota y, dice la nota de El Tiempo, que en Colombia ahora se está jugando 70-73 minutos efectivos de juego. Una cifra sorprendente. Sería noticia a nivel mundial.

Es tan sorprendente esa cifra que, por supuesto, está errada. En el informe de febrero encontramos que la duración de un partido era de 53 minutos y 27 segundos. Actualmente, el promedio sí ha aumentado. Ahora se juega 54 minutos y 55 segundos en promedio. El partido con mayor tiempo efectivo de juego fue el Deportivo Pasto 2 – América 0 del 24 de marzo. Se jugaron 77 minutos. Pero es un caso excepcional. El segundo partido más largo en tiempo real fue el Nacional – Pasto con 70 minutos cerrados. Quizás no sea casualidad que Pasto esté en los dos casos. Otro día evaluamos esta particularidad. El partido más corto fue un Envigado 0 – Alianza Petrolera 0 que tuvo un tiempo efectivo de juego de 39 minutos y 45 segundos.

La Figura 1 muestra todos los partidos jugados de viernes a lunes agrupados en un punto, y de martes a jueves en otro punto. Se considera los partidos jugados al 9 de abril de 2018, fecha 13 incluida. Como se observa, se presentan los partidos ordenados por calendario, es decir en el orden cronológico en que se jugaron. Cuando no hay intervalo de confianza es que su jugó un único partido. La metodología, quizás enredada, intenta controlar por el desorden con el que suele desarrollarse el torneo colombiano. La línea roja representa el promedio de los partidos jugados en los intervalos considerados. Las líneas azules punteadas son los intervalos de confianza que permiten visualizar la dispersión en los datos: evidentemente no todos los partidos duran el mismo tiempo. En cualquier caso, se observa con claridad que no ha habido un incremento evidente en la duración efectiva de los partidos en Colombia.

La Figura 2 presenta el ejercicio por jornada que los más detallistas podrían criticar en su linealidad por lo que ya mencioné: que los partidos no se juegan necesariamente en orden cronológico. Si bien el orden de los partidos no es perfecto, tienden a jugarse primero los partidos de una jornada que los de la siguiente. En este caso, también se aprecia con claridad que el tiempo de juego real no ha aumentado.

Quizás, siendo generosos, se diría que hubo un incremento entre la jornada 4 y 5, y subsiguientes. Pero ni mucho menos de 20 minutos como dice El Tiempo que afirma el informe de la Comisión Arbitral. Sin embargo, el resultado se pone en duda pues la Figura 1 (ordenando cronológicamente los partidos), no muestra ningún crecimiento significativo.

El resultado no debe sorprender. Es un tiempo de juego relativamente estándar en el mundo. Ya para la Copa del Mundo de Brasil había hecho un ejercicio similar y los resultados fueron relativamente estándar.

Sí es posible, sin embargo, incrementar el tiempo de juego. Aun con las reglas actuales. Pero para ello es necesario entender en donde se pausa en exceso un partido. Eso requiere de un análisis más detallado que podríamos hacer más adelante.