Siendo la primera vez que se juntan las dos Confederaciones de América, existe cierto morbo en saber que tanta diferencia hay entre una y otra. Finalizada la primera ronda de la Copa América Centenario parece un buen momento para realizar una primera aproximación, aprovechando los diez países de la Conmebol, y seis de la Concacaf que compiten. A pesar de algún golpe recibido, la suraméricana sigue siendo futbolísticamente superior al fútbol de la Concacaf. Esa superioridad se origina en la mayor efectividad. 

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En la primera ronda de la Copa Centenario se disputaron 24 partidos. En 14 de ellos se enfrentaron representantes de la Conmebol y la Concacaf. Los equipos de Conmebol ganaron 8, perdieron 2 y se empataron 4 partidos. Sobre estos 14 encuentros inter-confederación realizamos el análisis.

En esos 14 partidos, la Conmebol marcó 32 goles, la Concacaf 13. La mayor diferencia se dio en el triunfo del paupérrimo equipo de Dunga sobre Haití, 7-1.

Ante los equipos de la Concacaf, los equipos sudamericanos realizaron 5.557 pases. Los equipos de Concacaf, enfrentando naciones de Conmebol, intentaron 4.247. Es decir, los equipos de Sur América realizaron, por partido, prácticamente 94 pases más que sus contra partes del norte del continente americano.

Las diferencias se amplían cuando se mantienen únicamente los pases acertados: 4.983 de Conmebol vs. 3.514 de Concacaf. Los equipos de Sur América realizaron más pases acertados que el total de pases de los equipos del Caribe, Norte y Centroamérica. La diferencia en el número de pases acertados por partido favorece a los equipos de Conmebol en más de 104 pases por partido.

Las anteriores cifras implican que el porcentaje de pases buenos sea superior en los equipos de Conmebol. Siempre considerando los enfrentamientos directos entre ambas confederaciones, el 88% de acierto en el pase de los equipos de Sur América es superior a sus rivales. El número de observaciones, apenas 28, es bajo, pero incorporando mentalidad de macroeconomista, la diferencia de medias sugiere que son diferentes en sentido estadístico. Es decir, la evidencia indica que los equipos de Conmebol tienen una mayor precisión con el balón que sus rivales.

El porcentaje de posesión de balón es un indicador del desarrollo genérico del partido. No demuestra quien atacó más, pero si sugiere intenciones. El equipo que tiene el balón, particularmente cuando las diferencias son grandes, suele mostrar más ambición. No necesariamente dice algo de los resultados. Brasil ante Perú tuvo una posesión del 63%. Pero perdió.

Las cifras indican que el fútbol sudamericano dominó el juego en promedio: 55% vs. 45%. Nuevamente, las medias son estadísticamente diferentes.

Los goles marcados, la variable más importante de todas, es la de mayor diferencia. Conmebol marca 2,3 goles por partido, más de un gol de diferencia respecto a los 0,92 que anota Concacaf.

El último indicador evalúa las consecuencias de la mayor posesión de balón. ¿Cuántos disparos realizan los equipos por cada 10% de tiempo de posesión? Hemos visto que los equipos de Conmebol poseen la pelota más tiempo y marcan más goles. La siguiente gráfica, sin embargo, sugiere que la posesión no implica un mayor despliegue ofensivo. Conmebol es más efectiva en cuanto que marca más goles, pero no realiza más disparos al arco por tiempo de posesión de balón que los equipos de la Concacaf.

En particular, por cada 10% de tiempo que un equipo tenga de posesión de balón, los equipos de Sur América disparan 2,2 veces al arco. Los equipos de Concacaf 2,1. La diferencia no es estadísticamente significativa.

Los equipos sudamericanos, la mayoría con un peso histórico mucho mayor a los de la Concacaf dominan el balón, muestran mayor control de balón y, por encima de todo, marcan más goles. Pero hay indicios que debería preocupar a Conmebol, al tiempo que ilusionar al fútbol de Concacaf. Las llegadas al arco, medidas como disparos a puerta, y tomadas como proxy de ambición y de capacidad de cumplir objetivos básicos en el fútbol, son esencialmente iguales. No hay datos históricos, pero supone uno que hace 20 años, no digamos 50, el bombardeo de un equipo sudamericano sobre cualquier equipo de Concacaf sería permanente. Hoy día no hay signos de eso. Los 6 equipos representantes de Concacaf marcaron en primera fase 1 gol cada 7.5 disparos. Los de Conmebol, 1 gol cada 6. Una diferencia, que no es significativamente diferente.

Quizás estos números sean consecuencia directa de la mezquindad que parece imperar en Sur América.  Los disparos ya no abundan. Es sólo disparando que se logran goles. Ante Concacaf parece no afectar mucho, al menos en primera fase. Pero en mundiales son evidentes las consecuencias.