El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

Thumbnail

Tags: Deportivo Cali; Estadio Palmaseca; Pasión de hincha

Desde la obtención del título en 2021, el Deportivo Cali no ha levantado cabeza ni ha vuelto a competir de verdad por la liga colombiana. Su nivel en los últimos campeonatos dista mucho del que se espera de uno de los llamados equipos “grandes” del país. Sin embargo, a pesar de los malos resultados, su hinchada parece cada vez más fiel. ¿A qué se debe esto, si el equipo no responde cómo debería?

El Deportivo Cali es el único equipo del fútbol colombiano que cuenta con estadio propio. El Monumental de Palmaseca —o Coloso de Palmaseca— está ubicado en el corregimiento de Palmaseca, zona rural del municipio de Palmira, en el kilómetro 8 de la recta interdepartamental que conecta Palmira con Cali. Para la mayoría de los hinchas, este desplazamiento al estadio toma al menos 45 minutos, dependiendo del tráfico y del medio de transporte. Además, por las condiciones logísticas del lugar —que solo cuenta con una entrada, que también es la única salida—, cuando terminan los partidos de local la vuelta a la ciudad de Cali (o al sitio de origen del hincha) puede tomar hasta dos horas por el fuerte embotellamiento que se forma.

Entonces, si los resultados no acompañan, si el equipo no clasifica a cuadrangulares desde el segundo semestre de 2023, y si ir al estadio representa todo un desafío logístico… ¿por qué el hincha azucarero sigue tan comprometido con su equipo? Según el portal Transfermarkt, la asistencia promedio al estadio del Deportivo Cali en la temporada 2223 fue de 17.134 hinchas; en la temporada 2324 subió a 20.604; y en la presente temporada con solo seis fechas jugadas ya alcanza un promedio de 23.839 asistentes. Los números no mienten: la pasión va en aumento.

La fidelidad del hincha azucarero gira en torno a la pasión y la cultura. Tener un estadio propio en una zona rural, con un amplio terreno plano, ha permitido que familias y grupos de amigos encuentren allí un lugar ideal para reunirse antes (y después) del partido. Mientras esperan que pase el trancón, comparten una cerveza, un vino, o incluso un buen asado. El orgullo de ser el único equipo del país con un estadio propio donde se puede vivir esta experiencia ha impulsado al hincha verdiblanco a seguir acompañando a su equipo, incluso cuando los resultados no dan motivos para celebrar.

Palmaseca no es solo un estadio, es un ritual

Una excusa para escapar del ruido de la ciudad, para reconectarse con la gente, con la camiseta, con la esperanza. Porque en el fondo, el fútbol no se trata solo de ganar. También se trata de estar. Y el hincha del Cali, en las buenas y en las malas, está.

comments powered by Disqus