El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: Tiempo corrido; Duración de un partido; Catar 2022; Qatar 2022

Desde 2017, la International Football Association Board, la agencia que reglamente el fútbol desde 1886, viene estudiado medidas para lidiar con la pérdida de tiempo. Actualmente hay, quizás de forma exagerada, presión mundial para detener el reloj. Unas propuestas sugieren pararlo por lesión, revisión del VAR o en situaciones como sustituciones o penales. Otras, más radicales, sugieren jugar como en el baloncesto, un determinado tiempo efectivo.

No se conocen las razones precisas, pero los 90 minutos se juegan desde la fundación de la Football Association inglesa en 1863. 90 minutos exactos. El 21 de noviembre de 1891, el Stoke City perdía 1-2 ante el Aston Villa. Faltando segundos para acabar el partido, se pitó falta y penal a favor del Stoke. Conscientes de que el partido estaba por terminar, un jugador del Aston Villa pateó el balón lo más lejos que pudo del terreno de juego. Los jugadores del City, sabedores que faltaban apenas segundos para el minuto 90 corrieron desesperados por el balón. El esfuerzo resultó infructuoso, y el Aston Villa ganó sin que el rival pudiese disparar el penal que potencialmente empataba el partido.

La situación se entendió inadmisible aprobándose una corrección de urgencia. En casos similares se cobraría el penal sin importar cuánto tiempo le restase al partido. Fue el origen del tiempo extra. Al cabo de los años, la medida evolucionó siempre intentando controlar la pérdida de tiempo.

La historia deja claro, sin embargo, que nunca se esperó jugar 90 minutos efectivos de juego. En Rusia 2018 el tiempo efectivo de juego fue de 56 minutos y 45 segundos. Entre 2019 y 2021 el tiempo efectivo de juego en la Bundesliga fue de 57 minutos y 30 segundos, de 55’ y 48” en la Premier League, y de 53’ y 22” en la Liga española. En la liga colombiana, el tiempo efectivo de juego alcanza los 50’ y 26”.

En Catar 2022 el mundo cambió. El tiempo extra promedio, excluyendo lo que se añadió en las prórrogas, fue de 14 minutos y 40 segundos por partido. Esto llevó, nuevamente sin contar tiempos extras, a un incremento del tiempo de juego a 58 minutos y 4 segundos. Es decir, algo menos de ocho minutos si lo comparamos con la liga de Colombia, y menos de un minuto si se compara con la Bundesliga.

Nadie, salvo franceses y argentinos, queríamos que el maravilloso espectáculo de la final del mundial acabase. Pero en Catar se llegó a jugar 117 minutos en el Inglaterra – Irán. En un mundial, lo podemos aguantar. Es difícil decir que disfrutaríamos tal extensión en, por ejemplo, un Patriotas – Cortuluá.

¿Vale la pena alargar un partido más de 20 minutos por cuatro minutos adicionales de juego efectivo? Además de la Bundesliga, otras ligas como la holandesa (59’), o la misma Champions League (58’ 15”) tiene tiempos similar a Catar 2022. ¿Qué los hace diferentes?

La propuesta predominante, más no oficial, está en jugar tiempo corrido 60 minutos, dos tiempos de 30. Los datos muestran que es más de lo que se juega en prácticamente cualquier liga del mundo. Insisto, que un partido dure nominalmente más de 110 minutos es emocionante y desable en apenas un puñado de partidos. En la mayoría puede terminar siendo contraproducente. Quizás la solución sea más sencilla y pase simplemente por entender las particularidades de estos torneos.

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