Tags: Ecuador 6 Colombia 1; James Rodríguez -
Crecí viendo a la selección jugar con ese horrible uniforme color zapote. El fútbol, como el uniforme, carecía de belleza. Particularmente recuerdo las eliminatorias a España ’82, cuando el nivel colombiano distaba mucho del de una triste Uruguay y una deliciosa selección peruana que vivía sus últimos años de gloria. El partido contra Ecuador, el ya histórico 6-1, me trajo a la memoria aquellos días. La diferencia es que entonces el fútbol no daba para más. Y el uniforme, por supuesto. El zapote no tiene tocayo.
Los rumores se dispararon. Diferentes periodistas han citado “fuentes”, secretas por supuesto, para comunicarle al país que al interior de la selección hubo gritos, peleas, y alguna, en La Luciérnaga de Caracol, eso escuché yo, hasta habló de rumbas. Mas temprano que tarde, la Federación Colombiana de Fútbol y el mismo James Rodríguez emitieron sendos comunicados informando a la opinión pública que la selección es una institución casi monacal, donde las miradas cómplices reinan en un ambiente de armonía y respeto. Uno quisiera creer a unos y a otros, pero citando “fuentes”, sin ninguna prueba real, la noticia no es noticia, sino un debate de opiniones que deriva en la palabra de unos contra otros. Por otro lado, la relación angelical de quienes responden a tales informaciones no se corresponde con lo que se vio en el campo. Un equipo de fútbol que, como decía Varsky en un tweet, “se escalona como equipo de plaza”. Sin duda, no de futbolistas profesionales.
¿A quién creerle? Lo que se vio contra Ecuador fue un equipo roto, futbolística y anímicamente. Los datos nos ayudan a corroborar la escasa unión de Colombia, si bien no alcanzan para demostrar los supuestos agarrones al interior de vestuario. Colombia contra Venezuela, en Barranquilla, realizó 567 pases. Generalmente los pases dicen poco sobre el desempeño de un equipo, pero comparados dan indicios objetivos de la dinámica de los futbolistas. Contra Chile, en Santiago, ante un combinado fuerte, Colombia realizó 398 pases. Es normal, hasta cierto punto, los 169 pases menos. Se va de visita ante un rival que, a priori, era más que Venezuela. El porcentaje de pases acertados ante los vecinos del oriente fue un sobresaliente 91,9%. En Chile el porcentaje descendió a un todavía excelente 79,9%.
Pero llegó la segunda ronda de partidos. Serían las peleas, la rumba o los astros mal alineados, pero algo pasó. Ante Uruguay, Colombia apenas realizó 301 pases. El porcentaje de acierto cayó al 72,4%. Contra Ecuador, el no va más. James y compañía apenas pudieron encadenar 286 pases, con un porcentaje de acierto del 74%. Las jugadas de ataque también sirven de referencia sobre la dinámica del equipo. En sus tres primeros partidos, Colombia hizo 108, 107 y 113 jugadas de ataque. Contra Ecuador 65. No sabría si hubo pellizcos o patadas en el vestuario. Pero algo pasó porque Ecuador, siendo un buen plantel, no es aún Brasil ’70. El tiempo dirá.