Tags: Mundial Rusia 2018; Posesión de balón; España vs Rusia; Octavos de Final; Xavi e Iniesta
La eliminación de España ante Rusia tras hacer más de 1.000 pases en el partido (1180 para ser precisos) abre nuevamente el debate sobre la posesión del balón. La misma España (y el Barcelona de Guardiola) sentó las bases del paradigma de la posesión como estrategia victoriosa que hasta los alemanes en 2014 siguieron con éxito. La España que jugó ante Rusia recordó mucho a aquella Colombia de Maturana que iba de lado a lado y no profundizaba. Se acabó el juego de posesión. ¿Se acabó? Miremos los datos.
La posesión se puede medir por el porcentaje de tiempo que cada equipo tiene el balón. Es una métrica a la que estamos ya muy acostumbrados. También se puede medir por el número de pases, más visible al aficionado casual. Vamos a utilizar el número de pases, pero es importante anotar que es indiferente cuál usar: la correlación entre el número total de pases y la posesión (medida como porcentaje) es del 92%.
El objetivo de la posesión en últimas es marcar goles. Pero los goles en el fútbol son una anécdota, depende de muchos factores. Así que la métrica de resultado que utilizamos es el número de disparos. Si más pases sirvieron para ganar (marcar más goles que el rival), ya lo sabemos. El arquero ruso sacó aquel balón, De Gea, a quien increíblemente Florentino quiere como sustituto del Tico Keylor Navas, no sacó nada. Los entrenadores quieren goles, pero para marcar hay que disparar. La Figura 1 muestra la relación entre disparos y pases como proxy de posesión del balón.
Al momento de escribir estas líneas, Colombia está pendiente del juego contra Inglaterra en octavos de final de Rusia 2018. Por ello de rojo queda marcado el rival cafetero. Hay una relación positiva entre pases y disparos que además es estadísticamente significativa. Aunque uno podría argumentar que a más disparos mas pases (rebotes por ejemplo) en general tiende uno a creer que la relación es causal: a más pases más disparos. Ese punto arriba a la derecha es el partido de España contra Rusia. Sí, España jugó mal, mereció salir, pero disparar, disparó. Realizó 24 tiros. Colombia e Inglaterra están ahí, en la nube del promedio. Es decir, más pases, más posesión, implica más disparos. Así que tener el balón no es mala estrategia en ese partido.
Es interesante anotar que los puntos con mas de 25 disparos son Argentina vs Islandia, Alemania vs Corea del Sur y Alemania vs México. Es decir, en ninguno de esos partidos disparar ayudó a ganar. Alemania perdió los dos y Argentina y España empataron. Tiende uno a pensar que el desespero lleva a que se dispare mucho o se pase mal. Veamos la relación entre pases correctos en el último tercio y los disparos.
La Figura 2 muestra la relación entre pases en el último tercio y los disparos. La relación es muy similar. Más pases, más disparos. Frente a Rusia, España hizo muchos, muchísimos pases en zona de nadie. Los centrales tocaron el balón como nunca. Ramos hizo 184 pases y Piqué 130. Pero en el último tercio también la tocaron más que nadie en el mundial: 272. Ante Irán, partido que ganó España, 262.
Ahora, del top ten de equipos que más tocaron el balón en el último tercio, solo tres ganaron el partido: Alemania contra Suecia con aquel maravillos gol de Kroos en el último segundo. Arabia Saudita contra Egipto en un intrascendente partido, y el mencionado España ante Irán. Quedan muchos ejercicios interesantes adiconales por hacer sin lugar a dudas, pero por ahora preguntémonos por la calidad del disparo. Para ello usamos la métrica de los goles esperados, o xG, cuyo funcionamiento ya explicamos en detalle en este enlace.
La Figura 3 muestra la relación entre los goles esperados (xG) y el número de pases. Igual que antes queremos entender si hacer más pases lleva a mejores disparos. Pero no podemos hacer el ejercicio agregando por equipo porque es evidente que el equipo que más dispare, así sea mal, va a tener una mayor probabilidad de gol, es decir un mayor puntaje xG.
Así que realizamos el ejercicio más desagregado, por jugador y partido. Igualmente, el jugador que más dispare puede tener un mayor puntaje xG, pero en este caso el problema no estan evidente porque un solo disparo bien ubicado puede resultar en un puntaje xG más alto, mientras que muchos disparos desde muy lejos y con mal ángulo darán un bajo xG. Aún así, para hacerlo aún más desagregado, y minimizar este potencial sesgo, la Figura 3 presenta los resultados de cada jugador que realizó algún disparo por tiempo jugado, es decir, primer tiempo, segundo, primer tiempo de la prórroga y segundo tiempo de la prórroga.
La Figura 3 muestra el resultado, nuevamente destacando el caso de España, y los de Colombia e Inglaterra. Los puntos a la derecha de los 40 pases son mayoritariamente amarillos, es decir jugadores españoles. Hay un par de ingleses que disparan con poca probabilidad de gol y ningún colombiano.
Hay también seis amarillos que destacan con xG por encima de 0,5. Es decir, un probabilidad de más de medio gol por tiempo jugado. En el partido ante Rusia sólo aparece un disparo muy peligros de Sergio Ramos en el segundo tiempo extra del partido. De los alemanes aparece Hummels ante Corea del Sur, quien hizo 4 disparos en el segundo tiempo. ¡Dos defensas! Portugueses en el Portugal vs Uruguay, no aparece ninguno. Ya lo decía William Vinasco Ché, mucho “toque toque y de aquello nada”.
La conclusión es que existe una relación positiva entre la posesión, los pases y los disparos. Es decir, desde este punto de vista, pareciera que los defensores de la tenencia del balón tienen argumentos a favor. Pero, analizando la información detallada no se encuentra evidencia de que más posesión genere mejores ocasiones. Tampoco, vale aclarar, que menos tenencia genera más peligro. Lo que está en juego en estos partidos es el desespero. En el segundo tiempo extra del España Rusia, hubo 7 disparos al arco ruso. Es decir en 15 minutos. En el segundo tiempo reglamentario, es decir en 45 minutos, hubo 9 disparos. Croacia en el segundo tiempo extra, sin contar el penal, hizo 4 disparos. La mitad que en el segundo tiempo reglamentario, pero en menos de la mitad del tiempo.
A la larga el problema es simple. La posesión sirve si se dispone de jugadores desequilibrantes, buenos, sobresalientes. Con jugadores comunes, no sirve porque el toque rápido en zona roja del rival es sólo posible para los mejores. La Alemania de Rusia 2018 no tenía esos jugadores. Tampoco Portugal o España. En el caso de estos, sencillamente Xavi se retiró e Iniesta está mayor … y encima comenzó de suplente.