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El América está en crisis. Perder y perder no lleva más que a la renuncia del entrenador. Así que el “Polilla” da Silva dio el consabido paso al costado para que se tomen los correctivos necesarios. Pero más allá de la crisis deportiva, a los jugadores los han acusado de parársele al técnico. Algunos seguidores del América han sido acusados de pretender atacar a los jugadores del equipo. Carmelo Valencia habría renunciado por temor a agresiones a su familia. ¿Es posible determinar si un grupo de jugadores se para?
El América se está desempeñando por debajo de lo esperado, en el sentido estadístico. Es decir, los diablos rojos simplemente no están rindiendo. Si se observa el índice de rendimiento deportivo de Gol y Fútbol para el América de Cali, se puede observar que el segundo mejor jugador del equipo a lo largo de la temporada, el esperado goleador Cristian Martínez Borja apenas puntúa 32.65, es decir, es el jugador número 97 del fútbol profesional colombiano.
Los indicadores de goles esperados sugieren que el América quiere pero no puede. El indicador de gol esperado es la métrica más utilizada por los científicos de datos del fútbol en el mundo. En Colombia Gol y Fútbol ha desarrollado el modelo que permite evaluar desde diferentes puntos de vista el rendimiento observado de un equipo respecto a su rendimiento esperado. La probabilidad de que un disparo sea gol depende de la distancia, el ángulo, el tipo de jugada e incluso si fue un cabezazo o un disparo. Considerando todas estas variables es posible determinar la probabilidad de que un disparo específico fuese gol o no. Agregando por equipo se obtiene una curva como la representada en la Figura 1.
Allí se representa las diferencias de goles esperados (Goles esperados a favor vs goles esperados en contra) con lo efectivamente observado. La línea azul, la diferencia esperada acumulada a lo largo del torneo, sugiere que en las primeras fechas el América debió ganar, pero su rendimiento esperado ha ido cayendo. Sin embargo, los datos observados, lo que efectivamente sucedió muestra una caída aún más fuerte. Es decir, algunos disparos debieron ser gol, pero no lo fueron. El América no está sobrado, pero su rendimiento está por debajo de lo que han hecho sus jugadores.
Pero no es sólo que el América sea incapaz de marcar goles que estadísticamente deberían haber inflado la red. La Figura 2 muestra los disparos totales del América fecha a fecha. La tendencia decreciente muestra que a medida que pasan los partidos los rojos disparan menos. Así, si al inicio de la temporada disparaban más que el promedio de la Liga Águila, en las últimas fechas el número de disparos que realizaron está muy por debajo de ese promedio.
Con la afirmación de “se pararon los jugadores” pasa como con los carteles. Después de dedicar tres semanas en clase a estudiar cómo detectar si unas empresas se están cartelizando para perjudicar a (potenciales) competidores y consumidores, termino diciendo que lo óptimo es poner un micrófono en la sala de juntas de la empresa. En este caso, habría que poner un micrófono en el vestuario y saber si los jugadores efectivamente se pararon. Lo que sí dicen los datos es que están rindiendo por debajo de lo esperado y su tendencia es decreciente.