Tags: America; Millonarios; Nacional; Pro Vercelli; Santa Fe; Silvio Piola; Tamaño de Mercado
El F.C. Pro Vercelli, representante de un pequeño pueblo de 60.000 habitantes ubicado en el Piamonte italiano -casi equidistante entre Milán y Turín-, navega hoy en la mitad de la tabla en la Serie B. Allí aún recuerdan que hasta 1935 Pro Vercelli fue un fijo de la Serie A, llegando a ganar 7 títulos nacionales entre 1908 y 1922.
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El Vercelli fue uno de los primeros equipos en desarrollar el concepto de cantera siendo su jugador más reconocido Silvio Piola, Campeón del Mundo con Italia en 1938, en cuya final marcó 2 de los 4 goles italianos. Su prestigio fue tal que en 1914 realizó una gira por Brasil donde con un equipo plagado de jugadores salidos de las divisiones inferiores, jugó 9 partidos, ganando 1, empatando 4 y perdiendo 4.
La decadencia del equipo comenzó en los años 20 cuando los equipos de Turín, Milán y Roma tenían ya la fuerza económica para reclutar a sus jóvenes estrellas. Aun así, Piola logró jugar cinco años en Pro Vercelli hasta que la Lazio se lo llevó por una cifra récord. Tras su marcha, el equipo no aguantó más la presión de los grandes y descendió para no volver nunca a pisar la élite del fútbol italiano. El declive tocó fondo en el siglo XXI cuando el Pro Vercelli desapareció. El equipo que hoy juega la Serie B es apenas el heredero de un histórico del fútbol italiano.
El caso del Pro Vercelli demostró que ningún equipo puede, en el largo plazo, escapar a las realidades del mercado. Aun siendo una institución modélica, con una fuerte base de hinchas leales en el pueblo, el descenso a categorías menores no era más que cuestión de tiempo.
El tamaño del mercado lo dictó durante años el tamaño de la ciudad. De ahí que los grandes equipos italianos se afianzaran en Milán, Turín y Roma. El proceso fue similar en el resto del mundo, fuese España, Inglaterra, Argentina, Uruguay o Colombia.
El mundo evoluciona, y hoy el mercado local ya no es exclusivo para el equipo local. Se pasó de equipos que apenas interesaban más allá del barrio, a los gigantes que buscan copar el mercado global. Así, Manchester United, Real Madrid, Barcelona o Bayern Múnich cuidan tanto a sus seguidores en Asia como a los que van al estadio.
En Colombia, las tres aficiones más grandes fueron por décadas las de América, Nacional y Millonarios, en el orden que se prefiera. El equipo de Cali se hundió en la B, donde sigue pagando por los pecados que lo llevaron a la gloria. Nacional montó una estructura empresarial que lo hace quizás el equipo más saludable del torneo colombiano. Millonarios, siempre mayoritario en Bogotá, paga la sequía de títulos y los triunfos de Santa Fe: el azul ya no predomina en los niños de Bogotá.
Mientras Nacional y Santa Fe saludan hoy desde Medellín o Bogotá y mañana desde cualquier lugar del mundo, Millonarios y América año tras año arman un combinado nuevo, con escasa cohesión, pero que prometen luchará “por ser campeón”. La historia, que lo pregunten en Vercelli, no gana. Sin una organización adecuada, aún con el mercado al alcance de la mano, la victoria no será más que pasajera.
A estas alturas, la ilusión del hincha sería mayor con la presentación de un proyecto deportivo estructurado que con los jugadores que cada año los “harán campeones”.