El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: Benito Galeano; Casimiro Ávalos; Deportivo Pereira; Lorenzo Calonga

Invitado Especial: Andrés Álvarez

Viendo un clásico del Real Madrid contra el Barcelona, o una semifinal de la Champions, a veces me asalta una pregunta inconsciente (y estúpida) y a la que no me atrevo a responder: ¿Por qué no me emociona tanto como un partido del Deportivo Pereira contra, digamos, el Universitario de Popayán (hoy quedó 0-3, perdiendo obviamente…). Esta pregunta no tiene respuesta racional. Precisamente la afición al fútbol, la verdadera, tiene mucho de irracional y de inconsciente.

Irracional porque escapa a la lógica más básica; por ejemplo la que nos diría que lo mejor es el buen fútbol y no la pura afición. Inconsciente porque la afición por un equipo de fútbol está tan fuera de nuestras decisiones como el mismo nombre que nos pusieron. Es una herencia de esos primeros años en los que se descubre el fútbol y se aprende a quererlo, o no.

Yo aprendí a querer el fútbol estando en un estadio donde un montón de gente vestida de colores bastante feos (amarillo con rojo) gritaban Goool, antes de que la pelota pasara por entre los tres palos blancos. La pelota estaba parada, al frente de unos cuatro o cinco tipos con cara de asustados que miraban a un tipo larguirucho tomar distancia para pegarle.

A este larguirucho lo conocían como el “Flaco” y se llamaba Sergio Antonio Cierra. Seguro muchos que nunca se han puesto los lobos colores del Deportivo Pereira ni se acuerdan de él. Pero fue el goleador del campeonato profesional colombiano de 1980, con 26 goles, de los cuales muchos (no he podido averiguar el número) fueron de tiro libre. Ese extraño grito de gol anticipado del estadio se explicaba porque el gol siempre venía después, con estallido esta vez. Ahí entendí que este era mi deporte y ese mi equipo. Así como cuando un adulto me dijo de niño cuál era mi nombre completo y lo asumí sin preguntar más.

Ser aficionado del fútbol es entonces irracional e inconsciente. Por eso la lógica que persigue puramente el enriquecimiento a través de montar un equipo de fútbol para vender jugadores no produce afición. Produce dinero para el empresario, si lo maneja bien. Buena parte de los equipos que juegan hoy en la categoría A del fútbol colombiano son sólo eso: equipos con una lógica económica racional y por lo tanto sin afición, hechos para vender jugadores y no para llenar estadios con gritos de gol. En los programas de televisión donde presentan sus goles les toca poner gritos grabados como las risas del Chavo del Ocho.

Para poner un ejemplo sobre lo irracional de la pasión por el fútbol quiero recordar una historia sobre el Deportivo Pereira y sus jugadores paraguayos, que me contó uno de ellos (Benito Galeano). En el año 1953 el equipo, que ya tenía nueve años de existencia, tuvo una de sus numerosas crisis económicas. Para ese entonces, el Pereira ya era el más guaraní del fútbol colombiano. Sus grandes figuras venían de Paraguay y eran, entre otros, Casimiro Ávalos y Lorenzo Calonga. Se les adeudaba alrededor de cincuenta mil pesos de la época (unos ciento cincuenta millones de hoy). El equipo tenía otras deudas y seguramente ninguna posibilidad de pagarlas y poder participar en el campeonato del 53. La única salvación vino de un acto irracional de los paraguayos del equipo. Contra toda lógica económica decidieron renunciar a los pagos adeudados por el equipo y jugar el campeonato con borrón y cuenta nueva en sus salarios (ver la carta más abajo).

El partido inicial del campeonato de ese año fue frente al Unión Magdalena (hoy compañero de infortunio en la B con el Pereira). El partido llenó el estadio de Libaré, el fortín de los paraguayos, y terminó 4-2 en favor del Pereira, con tres goles paraguayos: dos de Calonga y uno de Ávalos. No fue ni la última ni la peor crisis, tampoco fue la más grande ni la última alegría que el equipo y sus paraguayos le dieran a su afición.

Hoy los hinchas del deportivo Pereira seguramente no llenarán uno de los más bonitos estadios del país (el Hernán Ramírez Villegas), ni habrá muchos niños en la tribuna oyendo gritar goles y por lo tanto seguramente será más difícil reclutarlos para este acto irracional que es ser hincha de un equipo de la B. La racionalidad, bastante mezquina, de los dirigentes del equipo de hoy está acabando con toda esta magia que hace del fútbol un deporte que todavía se sigue viendo más allá del clásico Barça – Real, con pasión y sin razón.

 

 

Carta publicada por Danilo Gómez Herrera (2004), Gol del Pereira: 60 años de historia, Fondo editorial del Risaralda, página 42.

 

“Pereira, Febrero 3 de 1953

Señores. Presidente y miembros de la nueva junta directiva del

Deportivo Pereira. La ciudad

 

Señores y amigos.

 

Los integrantes del equipo Deportivo Pereira  después de meditado y concienzudo estudio sobre la situación actual del cuadro y de cada uno de nosotros en particular, hemos decidido hacer conocer de ustedes nuestro pensamiento. El equipo nos adeuda por varios conceptos en la actualidad una suma alrededor de los $50 mil pesos. Todo en la vida no se debe reducir, señores y amigos, al aspecto material. Nosotros vinimos en busca de dinero, es cierto, pero a mas de esto hallamos otra patria amable y querida como la nuestra. Esto nos recuerda que por algo los colombianos son paraguayos y los paraguayos somos colombianos. Hemos resistido con estoicismo horas y meses de escasez pero nos confortaba el saber que sin pedirnos nada se nos había dado la representación de la ciudad mas amable, cívica y hospitalaria de Colombia. Los Paraguayos del Deportivo Pereira somos nobles y amamos a Pereira y a Colombia como a nuestro Paraguay, y así como nuestros antepasados supieron de sacrificios en el Chaco, nosotros en pequeñísima escala queremos hacer gesto que no alcanza a ser sacrificio. Declarar cancelada la deuda que el Deportivo Pereira tiene contraída con nosotros. Nada nos debe el equipo.

Nosotros le debemos gratitud a la ciudad. Así pues señores que si ustedes lo creen conveniente estamos listos a comenzar una nueva era con igual entusiasmo e interés por defender los colores de Pereira en el campeonato del presente año.

 

Atentamente,

 

Jugadores profesionales del Deportivo Pereira.

Armando Gonzales, César Santomé, Ovidio Casartelli, Lorenzo Calonga, Vicente Sánchez, Casimiro Avalos, Enrique Avalos,Pedro Fernández, Carmelo Enrique Colombo, Humberto Villa y Gonzalo Escolar.”

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