Tags: Arjen Robben; Bruno Conti; Cholo Sotil; Franck Ribery; Gigi Riva; Jaime Morón; Juan Manuel Battaglia; Kiko Narvaez; Lionel Messi; Lionel Messi 91 goles 2012; Paolo Rossi
Messi recibió su cuarto balón de oro consecutivo. Algunos clamaron contra el premio otros, yo entre ellos, lo consideran justo. No es mi intención defender a Messi en esta entrada. El objetivo es más simple. Quiero poner en contexto los 91 goles que metió en un año.
La mejor manera de hacer eso es recordar goleadores de ayer y de hoy y preguntarnos, ¿goleadores? ¿de verdad? Messi, recordemos, marcó 91 goles en 69 partidos. Eso da un promedio de 1,32 goles por partido.
La tabla de arriba presenta algunos nombres gloriosos, ídolos de diferentes instituciones cuyos registros goleadores deberían sorprendernos. Bruno Conti fue mi jugador favorito en la Italia campeona de 1982. Es ídolo en la Roma, incluso en el salón de la fama del equipo de la capital de Italia. Pero Bruno Conti apenas si marcó 46 goles en su carrera. Messi, en un año casi el doble. Algún lector me recordará con razón que Conti era puntero, no el encargado del remate. Es cierto. Pero aunque no está en la tabla, vale anotar que Paolo Rossi, entre 1976 y 1987, goleador del Mundial ’82 apenas sí marcó 123 goles en toda su carrera.
_Kiko _fue el ídolo del último Atlético de Madrid campeón de liga. Aquel Atlético además ganó la Copa del Rey. Es curioso que con apenas 66 goles en su carrera la imagen que más se recuerda de él es celebrando un gol y haciendo la “flecha” al estilo de Usain Bolt.
Dos nombres destacan sobre todos en la tabla: Arjen Robben y Franck Ribery. Son dos cracks del fútbol actual. En algún momento a Robben se le publicitó (al menos la prensa de Madrid) como el mejor del mundo. Ribery también olió la gloria del Olimpo reservado a los mejores. Ambos juegan en el Bayern. Pero afortunadamente para Guardiola allí juega Mario Gómez, el de los goles. Porque el bagaje goleador de este par de cracks es, por decir lo menos, pobre. Robben ya pudo superar la barrera de los 100 goles. Ribery aún está lejos.
Juan Manuel Battaglia, por otro lado, fue un atacante paraguayo del mejor América de Cali, el de los años ochenta. La mejor descripción de ese América la dio el comentarista de la televisión española cuando prendí el televisor de madrugada para ver el partido decisivo por la final de la Copa Libertadores de 1987: “señores”, dijo, “este América de Cali es como una selección América, tiene lo mejor del continente”. En ese América, Battaglia fue ídolo. Eso sí, en 10 años marcó apenas dos goles más que Messi en un año: 93 goles.
El _Cholo_ Sotil tuvo la suerte de alinearse en dos grandes formaciones. La sensacional selección peruana del mundial de 1970 y el Barça de Cruyff que logró ganar la liga de 1974 con manita incluida al Madrid en pleno Santiago Bernabéu. Con todo y que el Cholo marcó el quinto en aquella histórica goleada, su capacidad goleadora queda en entredicho. Apenas 110 goles en toda su carrera. Siempre tendrá la excusa, por supuesto, de tener a dos de los mejores del mundo a su lado para que hicieran los goles: Cruyff en el Barça y Cubillas en la selección y el Alianza Lima.
Jaime Morón es un representante de esa generación de futbolistas colombianos de los setenta que con el tiempo se pretende recordar como excelsos jugadores cuando la realidad dicta que fue una época pobre del fútbol colombiano. Excepciones hay, por supuesto. La más notable Willington Ortiz. En Millonarios vivió su mejor época (jugó allí entre 1971-74 y 1977-82). Hoy día el estadio de Cartagena lleva su nombre.
Finalicemos con dos grandes nombres. Valdano, campeón del mundo en 1986, figura del Madrid de los ochenta marcó en 14 años de carrera nueve goles por temporada. Pero quizás pueda argumentarse que en realidad él no era un delantero matador. Eso es evidente. El caso de Gigi Riva es muy diciente. El hombre de la zurda de oro es el goleador histórico de la selección italiana.164 goles es una cifra respetable pero no deja de llamar la atención que él, goleador, haya marcado poco menos de 12 goles por año en sus 14 años de carrera.
El ejercicio no busca demeritar a estas grandes estrellas. Son ídolos porque se lo ganaron en su momento. Marcaron el gol decisivo cuando había que hacerlo, ejecutaron la suerte en el momento oportuno. Pero el gol en masa es privilegio de pocos. 91 goles en un año son más que los que marcará la mayoría de jugadores en su vida profesional. Son más goles que los que marcó algún “goleador” en su carrera. El gol es un arte. Messi es hoy un artista único.