El fútbol hoy: analítica y visualización de datos

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Tags: Bolillo Gomez; Falcao; Francia 98; Fútbol Profesional Colombiano; Oscar Cordoba; Pekerman; Rincon; Seleccion Colombia; Tino Asprilla; Tren Valencia; USA 94; Valderrama

Como muchos, en el año 94 yo era uno de esos colombianos que se emocionaba viendo a la selección en cada partido, no quería perderme una sola jugada y para mi todos eran ídolos, desde Oscar Córdoba hasta el Tren y pasando por toda la nomina. Y el golpe de USA 94 fue futbolísticamente, el mas duro como hincha. De ahí para acá jamás volví a sentir la misma emoción por la selección Colombia. Claro que me importaba, claro que no me perdía los partidos de las eliminatorias, pero no era ya lo mismo, se había roto la ilusión. Era más el poder de convocatoria como colombiano que como hincha de futbol.

Y si, hubo momentos después de ese golpe del 94, como la clasificación al mundial del 98, aunque el propio Bolillo nos bajo de la nube sin montarnos al avión cuando dijo que al mundial íbamos a seguir aprendiendo y que no teníamos opción contra los europeos, y dos nos tocaron en nuestro grupo, cosa que hacia que prácticamente entráramos derrotados a ese mundial. Es decir, hasta el técnico había perdido la ilusión, y eso se vio en la cancha, porque ese mundial fue un entierro de segunda para una generación que nos había ilusionado y nos había dado mucho.

La copa América fue un paliativo y desde luego que me emociono el titulo, aunque reconocía que la copa venia siendo un torneo secundario para los grandes del continente gracias a ese esquema de hacerla cada dos años, y encima nos toco una copa América donde no vino Argentina, invitamos equipos a última hora y otros llegaron llenos de suplentes. Con todo y eso nos emocionamos, pensamos que podíamos volver al mundial, pero cuando nos toco jugar contra los titulares y ya con clasificación en juego, nos quedamos por fuera.

Y así fue de ahí en adelante, entramos en un círculo vicioso donde se repetían las mismas figuras de siempre, técnicos reciclados, ciclos reciclados y un futbol que no ilusionaba. Pasamos ridículos como el de Londrina, la “mejor defensa del mundo” recibió goles increíbles, y mientras los jugadores eran estrellas en sus clubes, en la selección no brillaban. Cambiamos de sede, le echamos la culpa al calor, al frio, a la altura, a la humedad, al Cole, a que no iba el Cole, en fin, todos los argumentos completos como para desilusionar a cualquiera.

Pero debo reconocer que a pesar de esa tristeza y desilusión de tantos años, ahora si vuelvo a tener una ilusión con la selección actual. Realmente quiero ver los partidos de Falcao, James, Cuadrado, Zúñiga, Armero, jugadores que no solo juegan bien en sus equipos, sino que lo hacen en la selección, que ganan jugando bien, que además se les ve y contagian el amor por la camiseta. Falcao al fin esta jugando en la posición que debe jugar, y por eso sus goles, esos mismos que hace en Europa y lo han llevado a ser uno de los mejores centro delanteros del momento, también los estamos viendo en la selección.

El merito de Pekerman es hacer lo fácil, cosa que casi siempre resulta difícil, y eso fácil es llamar a los que están jugando bien y ponerlos a jugar donde saben jugar. Falcao a 40 metros del arco rival es tan inofensivo como la delantera que teníamos en el 2006. El merito de Pekerman es entonces no venir con un libreto rígido y querer ser mas que los jugadores, querer ser mas protagonista que los verdaderos protagonistas. El merito es saber que jugadores se tienen y saber que sistema utilizar.

La selección esta jugando mejor, esta ganando con buen futbol y nos esta ilusionando nuevamente. No somos los mejores, no vamos a ser campeones del mundo, pero con esta selección si podemos al menos pensar en que la posibilidad de ir al mundial es buena, y que de ir, vamos a hacer un buen papel, no a aprender ni a entrar derrotados.

Gracias, gracias por devolvernos la ilusión, esperemos que esto se mantenga.

golyfutbol
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