Las épocas de antaño tenían un mayor encanto en cuanto al sentido de pertenencia de los jugadores por un club, de los mismos hinchas por sus equipos, de la gente de la ciudad por los equipos de su ciudad, pero un día apareció la televisión y desde allí el negocio empezó a crecer mas para unos que para otros y termino llevándose todo ese romanticismo que hoy parece muy lejano.

Eran épocas en las que el verdadero anhelo de un club era ganarlo todo, coleccionar títulos y no vender jugadores al exterior. Eran épocas en las que los jugadores querían ser campeones y no hablaban del fin de un proceso, de cambios de aire ni de que su sueño era irse al exterior. Eran épocas en las que venían extranjeros de primer nivel y dejaban huella por allí por donde pasaban. Eran épocas en las que un jugador podía pasar toda su vida ligado al mismo club siempre y cuando fuera bueno. Y ni hablar de las asistencias a los estadios, como he mencionado antes, en esa época oí a algún narrador decir con resignación que en el estadio estaban los mismos 15.000 de siempre. Hoy esa cifra esta mas cerca a 5.000 y bajando.

Uno de los primeros efectos de esa llegada de la televisión fueron precisamente eso, la creación de los hinchas de televisión. Durante mi niñez era difícil ver a un hincha de un equipo que no fuera el de la ciudad, de hecho los únicos hinchas de otro equipo eran aquellos que venían de otras ciudades, pero con la televisión empezaron a aparecer mas y mas hinchas que sentían mas cercanía con esos equipos a los que podían seguir por televisión tal vez porque nunca los llevaron a un estadio o tal vez porque siempre será mas fácil hacerse hincha o simpatizar con un equipo ganador.

Y como decía, de la mano de la televisión crecieron los grandes equipos y la distancia con los medianos y pequeños fue cada vez mayor y muchas ligas en Suramérica pasaron de ser competidoras a productoras de materia prima. Lo que vemos hoy es el resultado de toda esa triste evolución. Jugadores que después de un torneo aceptable son vendidos a cualquier liga, jugadores que después de 2 o 3 torneos sienten que su ciclo terminó, equipos a los que les interesa mas vender que ganar. Y el resultado de todo esto son ligas pobres, malas asistencias y un pobre espectáculo.

Cuando los directivos dicen que lo más importante para ellos es la hinchada, se ve la mayor hipocresía, pero a la vez se ven los resultados de esa hipocresía. Si mataron el espectáculo por buscar el dinero, como vamos a creer que se preocupan por nosotros. Y ahí están las pobres asistencias a los estadios, ahí están los mediocres resultados de las selecciones que no pueden alimentarse del producto de sus ligas y que aspiran a que sus jugadores terminen siendo formados en ligas extranjeras. No es ni una linda casualidad ni el hecho de tener una generación sobresaliente lo que hace que el 95% de los jugadores de la selección actúen en el extranjero. Es mas bien una causalidad o el resultado de tener estructuras mediocres con equipos que lo mejor que logran producir son incapaces de mantenerlo.

Venden mas, ganan mas, pero seguro que el costo que pagamos todos es mucho mas alto.