Tags: Eurocopa; Faltas cometidas; Faltas recibidas; Posesion del balon
No pocos, en el reciente partido entre España y Croacia, acusaron a estos últimos de repartir más _leña_ de la normal. El argumento era simple. Dado que el fútbol de la selección de España se basa en la posesión del balón, la única manera de frenarlos es con falta; patada aquí, patada allá.
Sin embargo, para sorpresa de algún lector desprevenido, el equipo que más faltas recibió en la primera fase de la Eurocopa 2012 no fue España. Tampoco Alemania. Fue Grecia. El segundo fue Italia. El tercero, ahí sí, fue la selección de Del Bosque.
La gráfica ilustra un interesante patrón geográfico. Los tres equipos que más faltas recibieron durante la primera fase son del sur de Europa. Con diferencia. Es cierto que España es quién más domina el balón, pero Rusia y Alemania, quienes le siguen en ese rubro están lejos. Grecia apenas si está en el promedio, su posesión de balón es del 47%. Digamos que los _listos _encabezan este rubro. En este punto, y quizás sin que venga a cuento, no puedo más que acordarme que buena parte del origen en la crisis griega se origina en lo _vivos_ que fueron: maquillaron las cifras para entrar a la Unión Europea.
Si miramos hacía el otro lado de la gráfica, donde se ubican aquellos que menos faltan reciben, nos encontramos con países altamente desarrollados que no se caracterizan por su _viveza:_ Suecia, Holanda, Dinamarca, Alemania e Inglaterra.
Otro patrón. La concentración de faltas cometidas por juego es mucho más alta que la de faltas recibidas. Es decir, más o menos, los equipos cometen faltas por igual, en cambio, reciben de manera desigual.
¿Es casualidad que a los ricos les peguen menos y que a los pobres (países en crisis) les peguen más? Es posible, por supuesto. Pero yo quisiera apuntar una hipótesis que, con más datos, vale la pena explorar más a fondo. La tradicional picaresca de los latinos (y griegos, que no son latinos, pero son pícaros) prevalece también en el fútbol. Lo novedoso no es, por supuesto, que hablemos de la _idiosincrasia _latina. Lo novedoso es que aparentemente se puede cuantificar los niveles de viveza. Mientras vemos los partidos que restan, vale la pena poner más atención si la falta normal si es, en realidad, una falta normal.