Invitado Especial: Andrés Waldraff (twitter: @awaldraff)
Este miércoles veremos otro capítulo de la que es posiblemente la rivalidad mas fuerte del fútbol internacional, cuando Alemania y Holanda se enfrenten en el segundo partido del Grupo B de esta euro.
Hasta la final del mundial 1974, Holanda y Alemania nunca se habían enfrentado en un partido internacional oficial. Las tensiones, sin embargo eran muy fuertes entre los fanáticos de ambos países, mas por los efectos de la guerra, que por una verdadera rivalidad deportiva. Un ingrediente adicional de aquel partido era el estilo de juego de cada uno de los equipos, Holanda venía con el mejor jugador ofensivo del mundo, Johan Cruijff, y con un estilo de juego muy vistoso y absolutamente revolucionario, mientras Alemania representaba el status-quo, bajo el mando de Franz Beckenbauer. El resultado de ese partido no es anecdótico, para los holandeses se conoce como “De moeder aller nederlagen” o “la madre de todas las derrotas”.
Los holandeses tendrían que esperar 14 años, para vengar esa derrota en la semifinal de la euro 1988. Había un verdadero odio entre los fanáticos y jugadores de ambas selecciones. El resultado, fue un partido vibrante, que terminó decidiendo una genialidad de Van Basten en el último minuto del partido. Ese juego cambió para siempre los términos de la rivalidad llevándolos del plano “político”, al plano “deportivo”. Para los alemanes, este fue el día que empezó la rivalidad, para los holandeses finalmente había sido posible derrotar a Alemania.
La casualidad pondría a Alemania a jugar contra Holanda tan solo 2 años después, en el mundial de Italia. Ya en este juego salieron a relucir los sentimientos de cada hinchada. Ambos himnos fueron abucheados y las tensiones en la cancha llegaron a su máxima expresión, con el incidente de los escupitajos entre Rijkaard y Völler, en el que ambos jugadores saldrían expulsados del partido, luego de una serie de encuentros, faltas y mechoneadas. Alemania ganaría el juego 2-1 con goles de Klinsmann y Brehme, en el camino a su tercer campeonato mundial.
Nuevamente se encontrarían ambos equipos en la fase de grupos de la Euro 1992. Esta vez el resultado terminaría a favor de los holandeses 3-1, aunque sería Alemania el equipo que llegaría a la final, en donde ambos equipos fueron víctimas de una Dinamarca invitada al torneo. En la Euro 2004, se volvieron a encontrar, con una Alemania en crisis. El partido terminó en empate, que en realidad era una derrota para Alemania, al terminar eliminada y ultima en su grupo.
La rivalidad ha trascendido las canchas y está firmemente establecida en la cultura popular. La ciudad de Middelburg en Holanda tiene un museo dedicado especialmente a esta rivalidad e incluye un poema titulado “la madre de todas las derrotas” que culmina diciendo “éramos los mejores, pero ellos eran mejores que nosotros”. Tras la euro 1988, en un punto fronterizo entre Alemania y Holanda, se podía observar un aviso que recibía a los alemanes con un aviso de “bienvenidos al país de los campeones europeos”
El juego de hoy, tiene un atractivo especial, ambos equipos llegaron con el titulo de favoritos, y Holanda, tras la derrota contra Dinamarca tiene la obligación de ganar, para sostenerse en el torneo. Las tensiones y la presión ya se sienten en la prensa de ambos países, los alemanes un poco en tono de burla, mientras los holandeses ponen presión a Van Marwijck. Mi pronostico es de un empate, que dejará con vida a ambos equipos, para clasificar a la siguiente ronda en la ultima fecha.