Seguir a @golyfutbol

En la segunda mitad de los ochenta, el Real Madrid de la Quinta del Buitre dominaba a su antojo el torneo español. Era además gran animador de la Copa de Europa, a la que llegó a semifinales en tres ocasiones consecutivas, aunque nunca logró jugar una final. Era un fútbol abierto, de ataque. Se ufanaba entonces el Madrid de jugar siempre igual, sin importar si era de local o de visita; su objetivo era simple, atacar y marcar goles. Michel, hoy día entrenador del Sevilla, dijo alguna vez que si el Madrid pudiese jugar la Copa Mundo, (la del 86) sería Campeón Mundial.

Era un equipo de estrellas, de ataque, con Gordillo y Michel por las bandas y con dos _cracks _arriba: Butragueño y Hugo Sánchez. Siendo jugadores diferentes, se complementaban a la perfección. Butragueño era arte, Hugo Sánchez precisión en el remate. El goleador era Hugo Sánchez, el ídolo, de afición y particularmente de la prensa, era Butragueño.

Fue precisamente esta situación la que buscó aprovechar el Inter de Milan para llevarse a Hugo Sánchez. Así, un día de 1987, Hugo Sánchez declaró que “quería marcharse del Real Madrid”. La bomba estaba servida. En una entrevista sostenida con José María García en la cadena de radio Antena 3, entonces estrella de la radio española, el periodista logró sonsacar el verdadero motivo por el cual se quería ir. En esencia consideraba injusto el tratamiento de los medios hacia él. Era el goleador, pero el mimado era el Buitre.

La historia acabo simple. El Real Madrid se negó a traspasar al mexicano, y Hugo Sánchez logró, al menos, parcialmente su objetivo. Poco después pasó a ser de los mejores remunerado en el club, en niveles similares a los de Butragueño y además la prensa abrió más los ojos hacia un goleador que marcaría un época en el equipo madrileño.

El cuento viene a que tengo la sensación que algo similar está ocurriendo con Falcao en el Atlético de Madrid de la actualidad. Un ejemplo es la narración de la última victoria europea de los colchoneros por parte de El País de España. La prensa se centra en los otros, y tiende a olvidarse del que mete los goles. Falcao lleva 20 goles en su primera temporada en España. Para poner la cifra en contexto, téngase en cuenta que Cristiano Ronaldo marcó 26 goles en su primera temporada en el Real Madrid, un equipo mucho más potente que aquel en el que milita el colombiano.

Falcao, desde luego, no tiene la personalidad egocéntrica de Hugo Sánchez. Pero bien haría en dar un portazo fuerte para que aquellos que no quieren verlo, entiendan que están ante un goleador de grandes dimensiones. Para la afición del Atlético de Madrid debe ser motivo de orgullo tener este jugador, pero el poco respeto que parece mostrar hacía él no hace más que empujarlo hacía otro club, quizás esta vez sí, a un grande de Europa.