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Argentina ha sido dos veces campeón del mundo. Tres veces subcampeón. En las 41 ediciones finalizadas de Copa América en las que participó, ha conquistado 14 títulos y 14 subtítulos. Después de Uruguay es el más ganador. Su grandeza histórica está fuera de toda duda. ¿Será? ¿Sabía que en los últimos 60 años Argentina apenas ganó una Copa América más que Colombia?
La selección argentina no gana un torneo de mayores desde la Copa América de Ecuador, 1993. Antes la ganó en 1991. Para encontrar un triunfo anterior hay que remontarse a 1959. La primera vez que Argentina ganó la Copa América jugándose el torneo con las 10 selecciones sudamericanas fue en 1991. Sus primeras 12 victorias se lograron en torneos de máximo 8 competidores. En una ocasión ganó con 3, 5, 8, 10 y 12 equipos disputando el torneo. Campeonó dos veces con 6 competidores, en tres ocasiones con 4, y en cuatro se proclamó campeón cuando había 7 selecciones. Por supuesto, aun jugando los 10, Argentina sería favorita, como lo ha sido desde 1995.
La gloria argentina se construyó en blanco y negro. Si generosamente suponemos que el color llegó en los años sesenta, en las primeras 27 ediciones disputadas (1916 y 1959), Argentina fue primero en doce ocasiones. Es decir, fue el mejor en algo más del 44% de las Copas América disputadas. En las siguientes 18 ediciones (1963-2016), Argentina apenas ganó 2, el 11%.
En mundiales Argentina fue el primer subcampeón. Tardaría 48 años en volver a una final. Fue en 1978 cuando bajo oscuras circunstancias marcó dos más de los cuatro goles necesarios para llegar a la final. En 1986, de la mano (literalmente) de Diego Maradona, ganó su segundo mundial. En 1990, esta vez de las manos parapenales de Goycoechea volvió a rozar la gloria. Se concluye que la época dorada del fútbol argentino fue entre 1978, y 1993, cuando logró su última Copa América. Tuvo que esperar 24 años para llegar a una final de un mundial. Esas han sido las únicas veces que el himno argentino sonó en una semifinal (’30, ’78 –considerando el grupo como semifinal–, ’90, y ’14). Países a quienes no se les exige siempre título en los grandes torneos, tienen también gran pasado. Checoslovaquia jugó dos finales de mundial y ganó una Eurocopa, por ejemplo. Holanda, Hungría, no digamos Francia, tienen una historia también riquísima.
Para ser el país que inventó, o al menos popularizó, aquella ridícula frase de “las finales se ganan, no se juegan”, Argentina es un país que acostumbra a perder finales. Además de los tres mundiales, ha jugado cuatro de las últimas cinco finales de Copa América. Todas las perdió.
Argentina aún puede ser campeón de Copa América 2019. Pero más allá de Messi sí, Messi no, simplemente es que Argentina es un gran animador. No hay razón histórica para exigirle a la selección el título. Quizás sin esa presión construida sobre el deseo más que sobre los hechos, los jugadores podrían dar con éxito ese último paso.