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Son múltiples las razones por las cuales Millonarios y Nacional quedaron eliminados de la Liga Águila 2018-2. Difíciles de explicar pues a priori tenían nómina para entrar sin dificultades entre los ocho primeros. Revisemos algunos indicadores que son sugestivos de lo que sucedió.

El primero tiene que ver con la capacidad mínima que debe tener un futbolista profesional: controlar el balón correctamente. Específicamente calculamos un indicador que incluye malos controles y pérdidas no forzadas de balón. Dado que el indicador variará según la participación en el juego de un jugador, hay que incorporar al cálculo el número de veces que cada futbolista toca el balón. Además, normalizamos el indicador por cada 90 minutos jugados y comparamos únicamente a futbolistas que hayan participado en al menos 450 minutos. Así, un futbolista en Colombia toca el balón en promedio 4,58 veces por cada vez que pierde el balón. Por supuesto, un jugador de equipo grande no debería estar por debajo del promedio.

La Figura 1 muestra el resultado para volantes y delanteros. Siempre más presionados que los defensas. Se observa un número importante futbolistas de Millonarios y Nacional por debajo del promedio. Hay varios que están bastante más cerca de los peores futbolistas del torneo que de los jugadores promedio. En el caso de Millonarios, Hauche y Ovelar, llamados a marcar diferencias, no lograron cumplir las expectativas.

Sin grandes fuerzas ofensivas, buena parte de la labor debía recaer sobre el poder de recuperación del balón. Para medir esta variable, agregamos en una única variable los tres indicadores defensivos: interceptación, recuperación y quites (o tackles). Igual que antes se normaliza por cada 90 minutos. Se incluyen únicamente jugadores que jueguen en una posición central en el mediocampo.

La Figura 2 muestra que Duque, lesionado a mitad de semestre es el mejor recuperador del fútbol colombiano. Una pérdida que nunca pudo solucionar Millonarios, si bien Domínguez no desentona. Tampoco, en esa labor Campuzano y, quizás sorpresa para algunos, Castellani en Nacional. El resto de jugadores de mediocampo son promedio o incluso están por debajo de lo aceptable en estos equipos.

Los diferentes indicadores se resumen en la evolución de la capacidad resolutiva de los equipos. La Figura 3 presenta la diferencia de los goles esperados de Millonarios en contraste con lo observado. El lector fiel de golyfutbol.com ya conoce de sobre el indicador de goles esperados. En esencia se observa que dado las oportunidades creadas, teniendo en cuenta la calidad del disparo, Millonarios debió tener una diferencia de goles cercana a 4 desde la jornada 12. Sin embargo, no cumplió las expectativas.

En el caso de la Figura 4, se muestra el caso del Atlético Nacional. Desde la jornada 11 su diferencia de goles esperada se disparó. Pero en el mundo real, se secó la pólvora. Mientras se esperaba que llegaran a una diferencia de gol esperada de casi 12 goles, nunca pasaron de los 5.

Como contraste, presentamos en la Figura 5 el caso del Deportes Tolima. El primero en la clasificación del torneo de todos contra todos debió terminar, de acuerdo a la calidad de sus oportunidades, incluso con diferencia negativa de goles. Sin embargo, desde el principio, desde la primera jornada, su rendimiento fue superior a lo esperado. Su primer lugar es fruto de la capacidad de resolución del equipo, y el ajuste en defensa. No es casualidad que los dos grandes hayan quedado eliminados.