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Andrés Iniesta es el mejor futbolista de la historia de España. Por encima de Luis Suárez (el único balón de oro español), de Gento y Raúl (ídolos blancos de épocas muy distintas) y de Xavi. Su claridad en el campo, la traslada a la vida. Iniesta ha sabido retirarse a tiempo. Los números son claros.

Iniesta no se retira del todo. Pero el día de su despedida afirmó con claridad que no iría a ningún equipo europeo. Eso excluye al Manchester City que decía la prensa, estaba interesado a última hora por el crack de Fuentealbilla. Vaya uno a saber la veracidad del rumor en estos tiempos de noticias falsas. Se va a la China, a donde irá a cobrar su más que merecida pensión. Su profesionalismo y calidad levantará admiración en el país asiático.

Iniesta se va del fútbol de élite cuando se debe ir. España recordará para siempre el zapatazo que les dio el título Mundial de 2010 . Los hinchas del Barcelona cantarán eternamente el gol que eliminó al Chelsea y que puso en la final de la Champions al gran equipo de Guardiola. En la memoria queda, con cierta nostalgia, su gran partido en la final de Copa del Rey de 2018. “Quédate” cantaron muchos aquel día.

Pero Iniesta, que ya lo venía pensando, también escuchó las críticas a su fútbol el día que la Roma remontó sorpresivamente al Barça tres goles de desventaja. Quizás se acordó de Zidane, y las críticas que recibió el día que de la mano de Thierry Henry, el Arsenal eliminó en el mismísimo Bernabéu al Real Madrid.

“Guti y Zidane no pudieron dar un pase decente frente a la malla de centrocampistas del equipo inglés” escribió El País. “Si Henry fue la cara en la eliminatoria, Zidane la cruz” apuntó ESPN. Un par de meses después, Zidane anunciaba al mundo que después del Mundial de 2006 se retiraba. El mundo hoy no recuerda sus difíciles inicios en el Madrid. Tampoco las críticas que recibió en su última temporada. Para siempre será el hombre del gol de la novena, el de volea. Su calidad y elegancia es lo que perdura. Zidane quien tenía contrato una temporada más, como Iniesta, supo retirarse a tiempo.

La gráfica corrobora lo anotado. El aporte mágico de Iniesta al Barcelona y la selección española, va más allá de la cifra. Pero los goles, las asistencias y los disparos a puerta son una aproximación válida. Iniesta tocó techo en 2010, sin duda el año que nunca olvidará. Su fútbol, cuantitativa y cualitativamente decayó naturalmente con el paso de los años. Sin embargo, siendo él, frenó la caída hace un par de años. Incluso, lo han visto los hinchas azulgranas, el rol de Iniesta se ha reforzado esta temporada. Pero el esfuerzo lo limita la edad. El declive se frenó, pero el reloj no tiene piedad. Se va el jugador, nace la leyenda.