La final de la Champions League 2017 enfrenta a dos de los más poderosos clubes de la historia del fútbol: el Real Madrid y la Juventus. Hay una diferencia, sin embargo. Mientras en casa ambos dominan todos los récords, en Europa, la Juve no ha podido demostrar su grandeza. En la final se enfrentan el equipo más ganador en finales de Copa de Europa, ante el más perdedor. Van a repetir la final de 1998, aquella en el que la Juve llegó de favorita y terminó perdiendo con gol de Mijatovic. En 2017 el favorito es el Madrid, pero llega con debate: ¿Bale o Isco?

La titularidad de Bale está garantizada por decreto presidencial siempre que esté físicamente disponible. A Zidane, sin embargo, el equipo le ha rendido mejor cuando Bale no está disponible, generalmente por lesión. El entrenador blanco, y el mismo Bale, dejan entrever en los días previos que quizás el titular debe ser Isco. A la larga, el malagueño llega rodado y en gran forma. El galés apenas se alcanzó a recuperar de una de sus tantas lesiones.

Futbolísticamente hablando el problema central es que se mueven diferente. Mas allá de los goles marcados está temporada entre Liga y Champions (11 el español, 9 el galés), la diferencia radica en la participación en el juego que se deriva del posicionamiento efectivo de cada jugador en el terreno de juego. Así, por partido jugado, Isco realizó 28 pases correctos habiendo recibido el balón en 29 ocasiones. Las cifras contrastan con las del galés que realizó apenas 19 pases correcto por partido, y fue el receptor del pase en 25 ocasiones. Es decir, mientras que Isco, en promedio, utiliza eficientemente el balón casi en un 100% de las veces, Bale desperdicia el esférico un 24% de las veces lo recibe.

Consideremos el siguiente mapa de calor basado en todos los partidos de Liga y Champions disputados por Bale. La ilustración suavizada mediante técnicas estadísticas, se basa en el posicionamiento del galés en el terreno del juego al momento de realizar un pase. En todas las ilustraciones que se presenten se ataca en la dirección de la flecha, de izquierda a derecha. Cuanto más rojo (oscuro) más presencia de Bale en ese punto en particular. Claramente se observa que su posición es en el terreno del rival, escorado hacia el lado izquierdo. La marca de la derecha del campo indica que cuando ha jugado por esa zona del campo su rol ofensivo disminuye en términos relativos. En últimas, si el Madrid pagó por él 91 millones de euros es porque fue el mejor de la Premier jugando por la izquierda, casi como puntero a la antigua usanza.

Fuente: Data Factory. Elaboración: www.golyfutbol.com

El mapa de calor a continuación presenta exactamente los mismos datos para Isco. La diferencia salta a la vista. Juega, escorado a la derecha o izquierda, de cara a la portería donde, indudablemente se puede hacer daño al rival con su regate corto o los pases filtrados que tan bien hace. Destaca su rol ofensivo pero también su importante presencia en el juego del equipo en campo propio y en el medio campo. Es, sin duda, un jugador más generoso con el esfuerzo del equipo de lo que puede ser Bale.

Fuente: Data Factory. Elaboración: www.golyfutbol.com

Las siguientes dos ilustraciones son similares a las anteriores pero en vez de basarse en el lugar desde donde se realiza el pase, se construyen a partir del posicionamiento del jugador según la ubicación exacta donde haya recibido el pase. El primer mapa de calor ilustra las posiciones preferidas de Bale para recibir el balón. El galés recibe el balón en campo propio con mayor frecuencia, tanto cuando juega por izquierda como por derecha. Cuando recibe el balón en campo contrario, lo hace muy cerca del medio campo, particularmente cuando se encuentra ubicado en la zona derecha del campo.

Fuente: Data Factory. Elaboración: www.golyfutbol.com

Al igual que en el caso de los pases realizados, en este mapa de calor, donde el énfasis está en la zona donde se recibe el balón, el contraste es evidente. Isco ocupa un área más centrada, tiende a estar ligeramente adelantado y, sobretodo, recibe más centrado a la portería lo que lo hace potencialmente más peligroso.

Fuente: Data Factory. Elaboración: www.golyfutbol.com

Los punteros, por supuesto, han sido fundamentales en la historia del fútbol. El Real Madrid contó con uno de los grandes, Paco Gento. Pero si bien Bale tiene el potencial de realizar esa labor, llegar al fondo y centrar 10 veces por partido, en la práctica no es eso lo que el Real Madrid espera de él: que sea el sucesor de Ronaldo.

Zidane, dicen sus detractores, tiene mucha suerte, una flor en el culo en el argot español. Para bien o para mal, Gareth Bale ha estado lesionado. Zidane ha sabido explotar aquello a la perfección. En los últimos meses de Liga y Champions se vio al mejor Madrid de la temporada. Ni idea si lo de la flor sea cierto. Pero de cara a la final ante la Juve, lo mejor que le puede pasar al Madrid es la continuidad del grupo que viene rompiendo defensas rivales. Y Bale no está en ese grupo.