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Hubo una época en que el fútbol sudamericana miraba a los ojos al fútbol europeo. Hoy la humillación a nivel de clubes y a nivel de selecciones es plato común. Desde 2002 un equipo sudamericano no gana un Mundial de Fútbol. Ya tengo lectores que nunca en su vida han visto a un sudamericano levantar la Copa Mundial. El Mundial de Clubes es un poco más de lo mismo.

Hace ya unos años hice un detallado repaso de la historia de la Copa Intercontinental y su paso a Mundial de Clubes. Desde 1960 se disputaron 43 ediciones de la Copa Intercontinental. Europa triunfó en 21 ocasiones, América del Sur 22. Nunca olvidaré el baño que el Flamengo le dio al ultrafavorito Liverpool en 1981, o la demostración del Boca Juniors ante el todopoderoso Real Madrid en 2000.

Pero desde que se denomina Mundial de Clubes (incluyendo la versión pirata del año 2000), los europeos han ganado 8, los sudamericanos apenas 4. Los sudamericanos además ha perdido dos veces la semifinal y en las 9 finales que han jugado Europa vs Sur América desde 2005, los equipos del viejo continente han marcado 16 goles recibiendo sólo 5. Particularmente triste han sido las dos últimas finales a la que llegaron San Lorenzo y River Plate. El histórico orgullo argentino se encogió ante la falta de fútbol y una vez más se mostró que el güevo güevo no es el presente del fútbol ni debería ser el futuro. La sesgada prensa argentina llegó a tildar a San Lorenzo de “Campeón Moral“. Así, en las dos últimas finales Europa (España) ha marcado cinco goles. América del Sur (Argentina) cero. Patético.

La diferencia económica, por supuesto, es el determinante clave del pobre fútbol que ha llevado Sur América al Mundial de Clubes en las últimas ediciones. El valor de mercado del Real Madrid según Transfermarket.com es de €775.800.000. Atlético Nacional, el representante sudamericano es el equipo más valorado en Colombia con €23.005.000.  Las diferencias son abismales. Se puede perder. Pero que se pierda con orgullo.

Excluyendo al Corinthians que ganó el Mundial de Clubes en 2012 el último equipo sudamericano que mostró orgullo, categoría y perdió con la cabeza alta fue el Estudiantes de La Plata ante el Barcelona de Guardiola y Messi, para muchos el mejor equipo de la historia. La diferencia económica en el valor de unos y otros jugadores seguramente era similar a la de este año, a la de todos los años. Pero 11 en el campo se enfrentaron a otros 11. Estudiante cayó derrotado pero ha sido quizás el partido más emocionante de la historia del Mundial de Clubes.

El Atlético Nacional puede perder. Pero hoy por hoy es una necesidad histórica para el fútbol de América del Sur que si se pierde se haga con fútbol. Que tomé el vergonzoso susto del San Lorenzo como ejemplo de lo que no hay que hacer. El equipo de Medellín es actualmente el mejor equipo de América. El Real Madrid es un equipo poderoso pero en su versión actual no es un equipo que haga historia por su vistosidad o fútbol elegante. Es más una maquina efectiva que triunfa con base en el gran grupo de jugadores que tiene.

Entiende uno que hinchas del Medellín, Millonarios y América hagan fuerza con la derrota del Nacional. El fútbol es así, y las rivalidades (bien entendidas) es lo que lo hace especial. Pero el resto de Sur América espera que al menos durante 90 minutos el fútbol de la región pueda volver a ver a los ojos al fútbol europeo.