Tags: Dick Kerr's Ladies; Fútbol Femenino; Historia del Fútbol Femenino
Lancet, una de las más prestigiosas revistas de salud pública, publicó los resultados preliminares de un grupo de médicos y educadores sobre la capacidad deportiva de las niñas británicas. Corría el año de 1922. Concluía, como no podía ser de otra manera, que la educación física era beneficiosa para la salud física y mental de las niñas, al tiempo que fortalecía el intelecto y la moral.
El informe no encontró relación negativa entre la actividad deportiva y problemas de salud entre las niñas en edad escolar. Concluían los autores que la actividad deportiva en todas sus formas era beneficiosa para niñas y adolescentes. Todas las actividades menos una: el fútbol. El informe resultó devastador y decisivo para retrasar el desarrollo del deporte rey entre las mujeres más de medio siglo.
El primer partido registrado de fútbol femenino data del 23 de marzo de 1895. Aquel partido fue el inicio de una pequeña gira del British Ladies Football Club que terminó con un partido en Newcastle ante unos 8.000 espectadores. El éxito de la gira, que debió impulsar definitivamente el fútbol femenino se vio frenado por la orden que la Federación Inglesa emitió en 1902 de prohibir a todos sus miembros apoyar o jugar contra equipos femeninos. Eran años donde se luchaba por los derechos de la mujer y el establecimiento masculino veía con preocupación que se abriese otra puerta de competencia.
La Primera Guerra Mundial, ironías de la guerra, fue decisiva en el desarrollo del fútbol femenino. Con los hombres en el frente de batalla, las mujeres se hacían imprescindibles en las fábricas para mantener la maquinaría de guerra engrasada. Esas empresas que durante años habían mantenido equipos de fútbol como recreación para sus trabajadores continuaron la costumbre con las trabajadoras. Los partidos benéficos a favor de la Cruz Roja ayudaron a popularizar el deporte rey entre las mujeres y, además, demostró que las mujeres podían ser tan fuertes en la fabrica como en el campo de juego.
El equipo más famoso, sin duda, fue el de Dick Kerr’s Ladies que W.B. Dick y J. Kerr fundaron en Preston en su fabrica en 1917. Tras la guerra, las mujeres perdieron su trabajo en las fabricas pero la semilla del fútbol había quedado sembrada. En 1920, en el Boxing Day (26 de diciembre), ante 53.000 espectadores en Goodison Park (Liverpool), Dick Kerr’s Ladies derrotó 4-0 a St. Helen’s Ladies. Ese mismo año, al derrotar a un combinado francés 2-0, hicieron historia al disputar el primer partido internacional del fútbol femenino. El entusiasmo del equipo fue tal que en 1922 realizó un tour por los Estados Unidos para jugar ante equipos de hombres. Tras pasar por Canadá, donde se les prohibió jugar, en Los Estados Unidos ganaron 3 partidos, empataron 3 y perdieron 3. Un bagaje más que positivo.
Pero el partido de Goodison Park había alertado a la Federación Inglesa (FA) del naciente interés por el fútbol femenino. Preocupados por la competencia que se les avecinaba, decidieron prohibir cualquier partido de fútbol femenino en estadios de equipos afiliados a la FA. La prohibición, que duraría hasta 1971, acabó con cualquier posibilidad de desarrollar un torneo organizado y competitivo en Inglaterra. Ello no impidió, sin embargo, que algunos equipos femeninos siguieran compitiendo, incluso con viajes al extranjero como el realizado por _Dick Kerr’s Ladies _a los EE.UU.
La prohibición se justificó en la excesivamente peligrosa actividad física que representaba el fútbol para las mujeres. El artículo de The Lancet llegó como anillo al dedo para justificar ‘científicamente’ la decisión.
No era la primera vez que se prohibía a las mujeres jugar. Ya en 1896, la Federación Holandesa había prohibido el partido de mujeres entre el Sparta de Rotterdam y un once inglés. Siempre ‘preocupados’ por la salud, tales impedimentos se habían reproducido también en Alemania.
La prohibición se extendió, como el fútbol mismo a América Latina. El primer partido femenino en Brasil se disputó a comienzos de los años 20. En los años 30 el fútbol femenino contaba con el apoyo de federaciones locales y regionales, particularmente en Río y Sao Paulo. Pero desde el establecimiento se promovía otras actividades deportivas más acordes con el ‘carácter femenino’. Actividades que no pusieran en riesgo su naturaleza ‘frágil’, ni causara ‘daño pélvico’ que pudiese ‘poner en riesgo los órganos femeninos’. Algunos doctores iban más allá y afirmaban que el fútbol tenía defectos y vicios que podían “alterar la delicada psicología femenina”.
Un ciudadano preocupado escribió en 1940 una carta al presidente alertándolo sobre la calamidad que se avecinaba a la nación si se permitía que niñas y jóvenes mujeres siguiesen jugando al fútbol. Getulio Vargas, entonces presidente brasilero, urgió al Ministerio de Salud a revisar el caso pues “la ingente bibliografía existente”, indicaba el trauma que “el fútbol podía causar a los importantes y delicados órganos femeninos”. En 1941 se prohibió en Brasil jugar a las mujeres al fútbol, rugby y judo. La prohibición duró hasta 1975.
El fútbol femenino causaba reacción en toda América Latina. En 1950 surgió el Deportivo Femenino en Costa Rica. Tras diversos tours por Centro América y algunas islas del Caribe, llegaron a Colombia en 1960. En la frontera les impidieron la entrada porque los uniformes de las jugadores no eran acordes a la norma moral del país.
A pesar de los obstáculos, el fútbol femenino comenzó a resurgir con fuerza en 1970 cuando Italia organizó la primera Copa del Mundo de Fútbol Femenino. El torneo, como el de 1971 en México, no son oficiales porque FIFA no tuvo incidencia en su organización. A la final, en 1971 entre México y Dinamarca asistieron 110.000 espectadores. 0-3 ganaron las danesas. Posteriormente se realizaron unos mundialitos en Italia durante los años 80 y un invitacional de la FIFA en China en 1988. Finalmente en 1991 se disputó el primer Mundial Femenino con victoria de los Estados Unidos sobre Noruega 2-1.
El fútbol femenino fue discriminado por más de 50 años en prácticamente todo el mundo. A la fecha, incluyendo Canadá 2015, se han disputado 7 ediciones del torneo. La final del último mundial entre Estados Unidos y Japón generó en el país norteamericano más audiencia que la final de la NBA. Es más, la victoria 5-2 de las norteamericanas es el evento futbolístico más visto en la historia de la televisión en los Estados Unidos.
Cincuenta años de retraso que comienza a quedar atrás. El proceso de convergencia está en marcha.