Tags: Asistencias a gol; Barcelona; Disparos al arco; Mundial 2010; Xavi
Xavi, la leyenda del Barcelona y la selección española, alcanzó su partido número 750 con la camiseta del Fútbol Club Barcelona cuando entró a jugar alrededor de media hora en el partido que el equipo catalán derrotó al Eibar 0-2.
Nacido el 25 de enero de 1980, con 35 años ya no forma parte de la selección española ni es titular indiscutible en el Barca. Pero el fútbol lo recordará como el motor que dio vida al que para muchos es unos de los mejores equipos de fútbol de la historia. Junto a Iniesta formaron una de las mejores parejas de la historia del deporte rey.
Xavi estuvo a punto de irse del Barça en el verano del 2014. Al final Luis Enrique lo convención de seguir a pesar de ser claro en que su rol sería secundario. La longevidad de Xavi en el mismo club lo hace ideal para estudiar como evoluciona un jugador a lo largo de su carrera. ¿Cuándo fue el pico de rendimiento? ¿Futbolísticamente hablando tenía sentido que Xavi siguiera en un equipo con las exigencias y el nivel del Barcelona?
La siguiente gráfica, utilizando datos disponibles de goles, asistencias y disparos al arco en espndeportes.com, muestra la evolución de la suma de tales eventos a lo largo de la carrera de Xavi. La gráfica está suavizada mediante una regresión polinomial ponderada localmente. Es decir, gracias a la gran cantidad de partidos que ha disputado Xavi, es posible generar una serie suavizada que permite evaluar la evolución de su juego a través de los años.
Los datos, como suele ocurrir con tanta frecuencia, no son perfectos. En este caso no son más que una muestra, porque el papel de Xavi, como catalizador del juego no puede resumirse en su totalidad en apenas tres indicadores: goles, asistencias y disparos a puerta. Pero es una proxy válida de la evolución del juego de Xavi y su influencia en el equipo.
Xavi, cabe recordar, estuvo a punto de irse al Milan. Con 19 años recibió una suculenta oferta del equipo italiano. Además del exceso de ceros en el cheque (casi 10 veces más de lo que ganaba en el Barça), le ofrecían un contrato de 5 años, vivienda de lujo con cuatro sirvientes, la posibilidad de que el papá entrenase un equipo de las categorías inferiores y los billetes de avión a Barcelona que necesitara. Adriano Galliani, administrador delegado del por entonces todavía poderoso equipo italiano, convenció al papá de Xavi de firmar con ellos cuándo este venía de ganar el Mundial Sub -20 en Nigeria. Era, como se observa en la gráfica, una apuesta de futuro que además contaba con la garantía del entrenador del equipo italiano. Zaccheroni lo quería de titular, haciendo doble pivote con Albertini.
La reunión familiar en la que se tomó la decisión fue tensa. Todos apostaban por el Milan. Pero la mamá de Xavi creía que triunfaría en el Barça. Una apuesta muy fuerte. Xavi sólo había jugado 15 partidos con el equipo profesional. El titular era Guardiola, aún en los mejores años de su carrera. El camino a Italia al final lo frenó la señora madre de Xavi: “Si se va, yo me divorcio”. Prevaleció la terquedad de la mamá y Xavi se quedó en Barcelona.
La gráfica muestra ese difícil comienzo de Xavi. No fue hasta los 25 años que comienza a tener peso cuantitativo en el equipo catalán. Luego llegó la Eurocopa del 2008, la de Luis Aragonés. Allí fue nombrado mejor jugador del torneo. Entonces ya fue reconocido como figura y referencia mundial. Su apogeo fue en el Mundial de Sur África en 2010. Con 30 años, como muestra la gráfica, contribuyó decisivamente a hacer de España el mejor equipo del mundo.
Cuando se alcanza el cenit, comienza el declive. El de Xavi comenzó después del mundial pero ello no fue óbice para que aún brillara con fuerza en la Eurocopa del 2012. Ya no era el mismo. Tras la semifinal ante Portugal, confesó que “que, a ser posible, le gustaría ser más trascendente en el juego de España”. La final ante Italia fue un recital del crack catalán que participó decisivamente en los tres primeros goles de los cuatro que aquel día encajaron los italianos.
Hoy, con 35 años, los números de Xavi son similares a los que tenía cuando tenía 26. Por eso no lo dejaron ir. No mueve el equipo con constancia, pero sigue siendo un jugador muy relevante.
Desde un punto de vista general, la evolución del juego de Xavi contrasta con la creencia popular que dice que el pico de un jugador es a los 25 años. El pico de Xavi fue tardio. Llegó a los 30, tarde. Afortunados los que lo vimos.