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A Van Gaal en su época de entrenador del Barcelona lo representaban con una cabeza en forma de ladrillo. Era, para la prensa deportiva, un tipo excesivamente rígido y cuadrado que nunca encajo del todo en la siempre soleada España. Efectivamente ,es un tipo terco, que ha tenido problemas con múltiples jugadores incluyendo cracks de la talla de Román Riquelme.
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Falcao, el hasta hace poco mejor “9 del mundo”, parecía en agosto de 2014 llegar por fin a un equipo de primer nivel mundial. Nunca entendimos, nosotros los simples mortales, el manejo que Falcao dio a su carrera. Se fue del Atlético de Madrid ad portas de romper la historia para jugar en el juguete de un millonario ruso que acababa de comprar a un equipo recién ascendido. Para los miles de hinchas que tiene es frustrante no haberlo visto jugar nunca en plenitud de condiciones la Champions League.
Siendo Falcao, llegó por supuesto al equipo rojo en horas bajas. La salida de Alex Ferguson tras 27 años dirigiendo a los Diablos Rojos ha tenido un impacto importante en el equipo. Moyes fue incapaz de clasificar al equipo a competición europea alguna y Falcao por tanto, llegó a un gigante que sólo se codearía con sus pares ingleses. En cualquier caso, era la gran oportunidad del ‘tigre’.
Van Gaal lo recibió sin mayor entusiasmo pero con cierta esperanza. Llegaba un goleador que en sus mejores años había plantado cara a Messi y Ronaldo. Falcao, ni Van Gaal lo pone en duda, lucha cada balón. Siempre atento, a su calidad añade ese espíritu de lucha que lo ha hecho destacar en Europa. Pero al ‘ladrillo’ holandés no le llena que el ‘tigre’ luche. El quiere ver goles, y los goles no llegan.
Es cierto que una inoportuna lesión lo marginó. Pero en la temporada 2014⁄15, antes de la lesión, Falcao había participado en 4 partidos del Manchester United y 3 con la selección Colombia. Muy pocos con el club, demasiados con la selección. Van Gaal, no lo duden, tenía esas cifras en la cabeza. No jugó el 20 de octubre del 2014 (6 días antes había jugado con Colombia), y ya no volvería a un campo hasta el 29 de noviembre. Demasiados días lesionado que irritaron al holandés.
Y es que la efectividad de Falcao ha ido cayendo con el tiempo. Su productividad goleadora se ha desplomado desde aquellas épocas en que marcaba más de un gol por partido. Siguiendo la metodología descrita en detalle en Números Redondos, la siguiente gráfica ilustra la evolución goleadora del ídolo colombiano.
Como revela la gráfica, Falcao no ha sido el de sus mejores años hace ya un tiempo. Pero aún cuando pasó del Atléti al Mónaco era un jugador que marcaba 1 gol cada 2 partidos. Allí tuvo una ligera recuperación que ya no pudo sostener. Y en Inglaterra está obteniendo los peores registros de su carrera.
La imagen en la cabeza de Van Gaal es la de la siguiente gráfica. El rendimiento en el Manchester United es muy inferior a lo que del ‘tigre’ se espera. Por ello, después de disputar 90 minutos el 17 de enero frente al Queens Park Rangers, Van Gaal dijoque estaba satisfecho con el rendimiento de Falcao, pero que “debió haber marcado”. A un goleador se le mide por los goles que marquen. Falcao es un goleador y como tal lo ficharon.
En defensa de Falcao, ha estado lesionado y no ha jugado demasiados partidos enteros. Pero Van Gaal le dio el fin de año para demostrar su valía. Entre el 26 de diciembre de 2014 y el 4 de enero de 2015 jugó cuatro partidos enteros de la EPL. Apenas pudo marcar un gol.
Al siguiente partido, sacaron a Falcao y surgieron los rumores de su salida. En esto, el comportamiento del técnico holandés ha sido errático. Generalmente, tras esa oportunidad perdida, el jugador (sea crack o no) está sentenciado. Pero volvió a jugar el 17 de enero. Falcao, profesional único como es, debe estar dándolo todo en los entrenamientos, al punto de haber convencido a su entrenador de darle esa nueva oportunidad. Pero no le sale a Falcao.
En el Porto marcó 1 gol cada 98 minutos. En el Atléti, 1 gol cada 111 minutos. En el Mónaco, salió a gol cada 122 minutos. Incluso con la selección Colombia (donde estuvo discutido un buen tiempo) ha marcado 1 gol cada 188 minutos. El problema es que en el United apenas ha marcado un gol cada 258 minutos, es decir de tres partidos enteros que juegue, Falcao no marca en el primero, ni en el segundo, ni tampoco en el primer tiempo del tercer partido. Termina anotando a falta de 10 minutos para acabar ese tercer partido. Aún con lesiones de por medio, es demasiado para un jugador valorado en 65.000.000 de dolares que cobra alrededor de 400.000 dólares en una semana.
Además, el United no está haciendo la mejor temporada. Van Gaal también busca defender su cabeza, y entregará la de Falcao en bandeja de plata si es lo que cuesta mantener el cargo y, según él, conseguir la vital clasificación para la Champions League.
Lo verdaderamente triste sería ver a Falcao de regreso en el Mónaco o deambulando por toda Europa. Muchos goles le quedan a Falcao. Los grandes goleadores duran mucho años viajando por equipos importantes del viejo continente. Eto’o, por ejemplo, acaba de fichar por la Sampdoria de Italia. Pero mucho me temo que si no es en el Manchester, la oportunidad de ver a Falcao jugar la Champions en un grande es ya una vana ilusión del hincha incondicional.