Tags: Andrés Iniesta; La sucesión del fútbol español; Xavi
Hace años Menotti afirmó que “España tiene que decidir si es toro o torero”. En 2008 eligió torero. Aragonés, entrenador en la Euro 2008, hizo titular a Iniesta quien junto a Xavi formó una de las mejores parejas de mediocentros que el fútbol haya conocido. De la mano de los dos pequeños genios, España hizo historia. Fue Campeón Mundial y bicampeón de Europa. Un sueño con despertar amargo gracias a los 2 goles chilenos en el Maracaná.
Es fácil caerle al caído. Pero escrito está en mi libro Números Redondos: “Hay un sentimiento de seguridad en el recambio con nombres como Silva, Cesc, Mata o incluso Thiago. (…) Pero ha de llegar el momento en que España reconozca que lo que sucedió fue una combinación cósmica que permitió que dos jugadores únicos, cuya capacidad individual era en si misma cercana a la perfección, coincidieran en tiempo y lugar, complementándose a la perfección.”
Lo que se vio en Brasil 2014 fue la culminación de un fracaso que venía cocinándose desde los recientes tropiezos del Barça en Europa y de la selección olímpica española en los Juegos Olímpicos de 2012. Sentar a Xavi en el decisivo partido contra Chile fue, además, abdicar del fútbol lírico y torero.
Cuantitativamente, según muestra la gráfica utilizando datos de OPTA, España 2014 no fue muy diferente de la versión del 2010. Manejó el balón, realizó más pases y acertó casi lo mismo.
La diferencia estuvo en la profundidad. En Brasil, España por partido jugado hizo 4 disparos menos que en 2010 (datos de Fifa.com para 2010). Recuperó más balones, reflejo de que el rival la tuvo más. La gran diferencia, sin embargo, tiene nombre. Xavi en 2010 realizó 4 pases directos al área rival por partido jugado. En 2014, donde se contabilizan juntos pases e internadas al área registró 4. Es decir, aún sin contabilizar las internadas al área de Xavi en 2010, ya los registros de Sur África fueron comparables a los de Brasil. El caso de Iniesta es un poco más de lo mismo. En 2010, sólo contando pases directos al área, realizó 2 por partido jugado. En 2014, adicionando a los pases directos al área, las internadas del jugador, realizó las mismas 2 en cada uno de los dos partidos que jugó.
La edad no perdona y Xavi va de salida. Pero su presencia en este equipo de España era más una suma que una resta. Si él, por ejemplo, España transitó el balón por el circuló central durante 1 de cada 4 minutos que tuvo posesión. Es decir, el 25% del tiempo que los todavía campeones del mundo tuvieron el balón, lo circularon por territorio intrascendente. La consecuencia fue simple. Se quedaron sin profundidad. Con Xavi, quizás Chile igual habría ganado. Es una gran selección. Pero Del Bosque se desesperó y eligió perder renegando del fútbol torero que los hizo ser los mejores del mundo. El relevo no es obvio. El Perú de Cubillas y compañía aún no encuentra reemplazo. Tampoco la Bulgaria de Stoichkov. Colombia tardó 16 años en superar el síndrome de quién sería el ‘nuevo Valderrama’. España seguirá siendo una selección importante, pero la pregunta de Menotti recobra vigencia. La “furia” calienta.