Tags: Goles por partido; Mundial 1954; Mundial de 40 equipos.; Número de equipos participantes en los mundiales de fútbol
Michel Platini, el exquisito ex-jugador francés de los años ochenta, hoy presidente de la UEFA, anda con la idea de ser presidente de la FIFA. Su propuesta bandera es aumentar el número de equipos en el Mundial de Fútbol de 32 a 40.
La política detrás de la propuesta es simple. Propone añadir dos selecciones de África, dos de Asia, dos de América, uno de Oceanía y uno de Europa. Es decir, lograría así más votos en África, en Asía y alguno más en las demás confederaciones.
El número de participantes aumentará debido a razonamientos políticos, no deportivos. Las voces a favor y en contra son numerosas. Yo estoy en contra porque tengo la sensación que la calidad del mundial se verá afectada. En el mundo, por más que se quede fuera del Mundial Ibrahimovic o Cristiano Ronaldo, no hay 40 equipos de la calidad que merece un mundial.
El número de equipos en los mundiales ha variado sustancialmente desde los 13 equipos que compitieron en 1930. La siguiente tabla, en su última columna resume la evolución del número de equipos. En realidad, desde 1930 la idea era contar con 16 equipos, pero el boicot europeo al Mundial de Uruguay dejó el torneo con los 13 mencionados. En 1934 y 1950 tampoco se llegaron a los 16 esperados.
Medir la calidad de los diferentes torneos es difícil. Se pueden mirar diversos indicadores. Pero si el objetivo es marcar goles, podemos empezar por mirar el número de goles que se han marcado en los mundiales. La tabla de arriba resume lo que se detalla en la gráfica a continuación.
Calculo el número de goles por partido porque aún cuando hay el mismo número de equipos, el sistema de torneo ha variado sustancialmente en el tiempo. En una entrada futura detallo en ello. Por ahora cabe resaltar lo evidente de la gráfica: hay una tendencia decreciente en el número de goles por partido jugado.
Entre 1930 y 1950, el número de goles por partido era superior a 4. El pico fue en 1954, en el Mundial de Suiza. Tal como ya anotamos acá, la WM fue la estrategía dominante hasta la irrupción del maravilloso equipo húngaro de Puskas y compañía. Pero ellos eran la excepción, la mayoría seguía atada a la WM, algunos hasta bien entrados los años sesenta. La WM se había originado, entre otras razones, por una crisis de goles. Había dado lugar al fuera de lugar y una de sus consecuencias de la WM fue el aumento en el número de goles.
Además, la diferencia entre los mejores y lo que hoy podríamos llamar ‘la clase media’ era sustancial. Recordemos, por ejemplo, que los dos finalistas del Mundial de 1930 ganaron sus partidos semifinales por sendas goleadas 6 a 1. En 1954 se dio además otra circunstancia: el mundo del balón se abrió a Asia. Por primera vez un representante de ese rincón del mundo participó. Corea jugó dos partidos, recibió 16 goles. Eso incluyo los nueve de Hungría y los siete de Turquía. Pero además, hubo de jugarse un repechaje para decidir quien pasaba a la siguiente ronda entre los alemanes (que habían perdido 8-3 con el equipo Magyar) y los turcos. Si en el primer partido, Alemania derrotó 4-1 al equipo otomano, en el partido extra le ganó 7-2. Fue pues, un grupo loco.
Los años sesenta trae una caída consecuencia de las ideas que comenzaban a imperar en Europa, particularmente el Catenaccio. Ni la vorágine futbolera de México ’70, ni el fútbol total de Holanda en 1974 logra frenar la tendencia decreciente en en número de goles por partido.
En la gráfica no se observan cortes claros que permitan establecer una relación causal evidente entre el número de equipos participantes y el menor número de goles por partido. Puede afirmarse, desde luego, que más equipos no traen mas goles. La tabla, que presenta los promedios según el número de equipos en cada torneo, nos indica que con 16 equipos se marcaban 3.17 goles, con 24, 2.57 y con 32 apenas 2.44 goles por partido.
A medida que el fútbol a nivel mundial se iguala, las goleadas entre los grandes y los pequeños son menos frecuentes. Podría argumentarse que incorporar equipos de menor nivel llevaría a grandes goleadas precisamente por la baja calidad de los nuevos participantes. Pero más equipos implica más partidos. Y el mundial siempre dura un mes. Luego son más partidos en un menor período de tiempo. En consecuencia, un equipo poderoso no está particularmente interesado en meterle 10 ó 15 goles al rival. Después del cuarto o quinto, su interés está más en cuidar la nomina para lo que vendrá más adelante.
Los 40 equipos en el mundial le darán la presidencia de la FIFA al Platini, pero el costo será un número importante de partidos aburridos por falta de emoción. El Mundial construyó su leyenda gracias al nivel del torneo. Dejar que Tahití, por ejemplo, acuda al Mundial, es retroceder en el tiempo a 1954. En tres partido, recordemos, la simpática selección oceánica recibió 24 goles en la Copa Confederaciones. Muchos hemos vuelto a ver el Brasil España. Muy pocos, algún despistado, ha vuelto a ver el partido en que España le endosó 10 a los oceánicos.
Adicionalmente, Platini parece ignorar las revueltas que se han dado en Brasil de cara a su mundial. Organizar un mundial es costoso. 32 equipos implican de por sí grandes costos, la logística se complica, se requieren más estadios. Un Mundial de 40 equipos dispara costos aún más. Es su afán de buscar el poder de la FIFA, Platini puede terminar matando la gallina de los huevos de oro.
32 equipos ya son muchos. Entiendo que políticamente no es viable retroceder. Por eso defiendo que es el número justo. Que no lo enreden más.